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Herpes zóster: los detonantes de la 'culebrilla' que causa pánico y que va ganando terreno

¿Envejecimiento? ¿vacunas?

Herpes zóster: los detonantes de la 'culebrilla' que causa pánico y que va ganando terreno

Imagen de la exposición 'El dolor que no ves' | GSK

El virus de la varicela zóster ha ganado terreno en los últimos años, y en España alcanza a cuatro de cada mil habitantes. Ya existen vacunas para prevenirlo. Los estudios relacionan su aumento con el envejecimiento de la población, pero a la vez con la llegada de la Covid y las vacunas.

Jueves, 31 de Octubre 2024

Tiempo de lectura: 4 min

El dolor puede ser espantoso. De entrada, hay quien lo confunde con una contractura o incluso un cólico porque afecta solo a un lado del cuerpo. Casi siempre al tórax o al abdomen, pero también puede aparecer en una pierna, un brazo, el ojo o el oído. «Este último puede ser muy peligroso porque es susceptible de derivar en una parálisis facial», asegura Cristina Galván, miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología. Lo siguiente es un sarpullido que recorre la piel como una serpiente porque afecta al circuito de un nervio.

Reaccionar ante la primera aparición del sarpullido es básico porque el tratamiento es efectivo si se actúa entre las primeras 48 y 72 horas

«El herpes zóster es una infección causada por el mismo virus que provoca la varicela y que permanece latente en el organismo. Por tanto, cualquiera que haya tenido esta enfermedad puede desarrollarlo, y la única forma de prevenirlo es la vacuna», afirma la dermatóloga. ¿Las razones para activarlo? Alteraciones del sistema inmune, estrés o, lo más común, el envejecimiento. Pero la lista no acaba aquí. Según un estudio español publicado en la revista British Journal of Dermatology, en el que participó la doctora Galván y que analizó las reacciones cutáneas de 405 pacientes que se vacunaron contra la covid-19, «el 13,8 por ciento de esas reacciones tras la vacuna de Pfizer fueron herpes zóster».

Blanca Pons Sorolla

El dolor era constante, día y noche

«Empecé con un dolor fuerte en la zona abdominal, pero, como ya tenía un historial de diverticulitis, pensaron que era lo mismo y no me pusieron el tratamiento del herpes zóster. A los dos días me salió el sarpullido y ya empecé con la medicación, pero me quedó una neuralgia posherpética que me provocó un dolor insoportable, constante las 24 horas, el cual me... Leer más

Algo que, explica la dermatóloga, no es nada sorprendente. «Cualquiera que haya sido infectado por el virus de la varicela puede sufrir esta reactivación y no es raro que suceda cuando hay una disminución de la inmunidad o esta se ve alterada por la presencia de otro proceso como la infección por el virus SARS-CoV-2 o su vacuna». ¿Su recomendación? Reaccionar ante la primera aparición del sarpullido porque el tratamiento es efectivo si se actúa entre las primeras 48 y 72 horas.

«De esa forma, la reactivación es mucho más tranquila, se producen menos lesiones y bajan las probabilidades de tener una de las complicaciones más frecuentes: la neuralgia posherpética, la cual provoca un dolor incapacitante que puede afectar a la calidad de vida de los pacientes e incluso desembocar en una depresión».

El herpes zóster es una infección causada por el mismo virus que provoca la varicela y que permanece latente en el organismo

En lo que respecta a la investigación sobre el herpes zóster, los últimos estudios científicos se han centrado en observar la relación que existe entre este virus y la demencia, especialmente en la enfermedad de Alzheimer. En este sentido, y según un informe realizado por investigadores de la Universidad de Oxford, en el que participaron más de 200.000 personas y que ha sido publicado en la revista Nature, la vacuna Shingrix, que se administra para prevenirlo, puede retrasar también los efectos de la demencia hasta 164 días. Este resultado se observó en ambos sexos, aunque se registró un mayor número de respuestas positivas en mujeres.

Las infecciones en general «están surgiendo como un factor de riesgo para la demencia», explica la profesora de neurología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Colorado Maria Nagel en la revista médica Jama. «Si pudiéramos identificar qué infección es importante, entonces podríamos prevenirla o tratarla».

«Históricamente ha habido mucha resistencia a la idea de que las infecciones podrían desempeñar un papel en la demencia. Había mucho escepticismo». Y, sin embargo, señaló, «antes de que la penicilina estuviera disponible para tratar la sífilis, esa infección era una de las principales causas de la demencia».

Dada la gran eficacia de la vacuna y el impacto del herpes zóster, el Ministerio de Sanidad de España ha recomendado la vacunación en todas las personas con grandes inmunodeficiencias (VIH, trasplante de órgano sólido, tumores sólidos en tratamiento con quimioterapia…) y en los mayores de 65 años. Para que el tratamiento funcione se debe administrar en dos dosis. El intervalo entre dosis recomendado es de dos a seis meses, aunque puede ser de un mes en personas con gran inmunodeficiencia.