Muy natural y casero
«Medio litro de agua tibia con zumo de limón para limpiar el hígado. Un kiwi, algo de piña y unas rebanadas de pan con aceite, sal y tomate frito casero».
Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Viernes, 07 de Noviembre 2025, 09:55h
Tiempo de lectura: 3 min
XLSemanal. Medio siglo en el mismo pupitre, ¿ha vivido etapas para aburrir?
Ana Rivero. Todas importantes. Me lo he pasado pipa. Entré en el 75, aún con Franco; luego vinieron la reforma política, la Constitución, el 23-F, una pandemia…
XL. Con 21 años, ¿impone sentarse a un metro del presidente y sus ministros?
A.R. Al inicio, mucho, pero me gustaba: en sus caras veía cosas contrarias a las que luego decían.
XL. De qué sirve transcribir a 190 palabras por minuto si hay cámaras en el hemiciclo.
A.R. Sirve para todo. Una grabación y un vídeo se pueden manipular, un diario de sesiones no. Y transcribo no solo lo que oigo, también lo que veo.
XL. ¿Ha visto cosas indecentes?
A.R. He visto de todo [ríe]. También indecentes, de las que no se transcriben si no repercuten entre los diputados.
XL. ¿Algunas 'erótico-festivas'?
A.R. En el Parlamento sí; no en el hemiciclo, que no es muy erótico [ríe]. Pero en él a veces hacen guarrerías. Hoy, como están las cámaras, ya no tantas, pero antes era más frecuente que vieran revistas pornográficas o subidas de tono durante las sesiones.
XL. Con Manuel Fraga, que no vocalizaba, se volvería loca, ¿no?
A.R. ¡Tremendo! Se tragaba las palabras. Yo sabía su teléfono y lo llamaba cada dos por tres para pedirle perdón por no haberlo entendido.
XL. ¿Soñó con que algún diputado no repitiera legislatura?
A.R. Sí, con uno pesadísimo que repitió siete veces: Luis Mardones. Nos peleábamos por no ir si hablaba él [ríe].
XL. Cuando presidía Manuel Marín, le dijo que si algún diputado se propasaba con usted se lo hiciera saber. ¿Alguno lo hizo?
A.R. Sí, dos, pero no se lo dije: Marín ya no estaba cuando pasó. Uno ha muerto: me llamaba cada madrugada, a las tres o las cuatro, jadeando, era un cerdo. El otro vive: éramos, se supone, amigos del Congreso; me arrinconó en el Museo del Prado a las tres de la tarde y me acosó físicamente. Me sentí sucia y me lo callé.
XL. ¿El Congreso es hoy más bronco?
A.R. Desde el fin del bipartidismo, esto es otra cosa. De Patxi López para acá la imagen es deplorable, con él empezó la bronca, se lo comían. Ana Pastor intentó reconducirlo, pero no pudo.
XL. ¿Se cree lo que oye y escribe?
A.R. ¡No!, a casi ninguno. Antes, me lo creía todo, porque casi todo era verdad. De Patxi López para acá, nada [ríe].
«Medio litro de agua tibia con zumo de limón para limpiar el hígado. Un kiwi, algo de piña y unas rebanadas de pan con aceite, sal y tomate frito casero».