Los sentimientos marianos se desbocan en un jueves de romería inédito en la ciudad

Un Jueves de Romería insólito e inaudito. La ciudad se quedó huérfana de su jubiloso convite de banderas por las calles y no destiló sus mejores fragancias en esa ofrenda multitudinaria e íntima de la tarde noche.

Eso sí, se produjo un resquicio de semejanza a estos jueves preñados de tradición y costumbrismo, porque algunos los niños de las guarderías se ataviaron de esos trajes romeros, pero no pudieron deleitar a la ciudadanía con sus emotivos desfiles procesionales por las lozanas calles iliturgitanas. También el adorno de calles y balcones rememoraron la 'romería del confinamiento' del año pasado, que suscitó la unión de la vecindad de distintas barriadas. La improvisada ofrenda flora a las puertas de la ermita también recordó al abril tan extraño del año pasado. Y todo bajo una estricta viligancia policial por las calles.

Su ofrenda floral

El ejemplo más llamativo se produjo en la barriada Virgen de la Cabeza. Sus vecinos ya engalanaron sus calles el año pasado y protagonizaron una procesión con los más pequeños, que coincidió con el primer día en los que se les permitió salir a la calle.

Este año, sus humildes gentes, no han podido refrenar ese sentimiento romero desbocado y en la presente edición han dotado de más belleza y espectacularidad a sus calles. Ayer organizaron su esplendorosa ofrenda de flores con posterior procesión. «Como no celebramos un año más la Romería, queremos mostrar al gran amor que sentimos por 'La Morenita' desde la unión», comentó la presidenta de la asociación de vecinos de esta zona, Montse Rueda, quien resaltó la implicación de todos residentes. «Se ha quedado todo precioso», manifestó con un gran halo de satisfacción. Este domingo se va repetir la procesión.

Paralelamente, el alumnado y profesorado del Conservatorio Elemental de Música ofreció un recital de partituras romeras en el patio del Palacio de los Niños de Don Gome, donde se trasladó el ambiente romero. Los chavales interpretaron todos los sones ataviados con el traje de curro y de gitana. Fue un acto corto, pero muy entrañable. Los bares tuvieron su mayor actividad a primeras horas de la tarde, antes del cierre obligado de las ocho. Las colgaduras de la asociación mariana de anderos y de la Cofradía Matriz se entremezclaban en calles y balcones con los tradicionales de otros años.

El Ayuntamiento y la Real e Ilustre Cofradía Matriz de la Virgen de la Cabeza han promoviendo una exposición de fotografía por las calles de la ciudad compuesta por una colección de 40 imágenes, muchas de ellas totalmente inéditas sobre la devoción a la Virgen de la Cabeza, obra de los fotógrafos locales Manuel José Gómez y Salva Marcos. Estas instantáneas pueden contemplarse en las marquesinas y mupis. También se han colocado en las calles cartelas de estampas romeras (con crespón negro) y de Andújar Flamenca.