Una peregrinación de ida con efectos sanadores y alentadores

El transcurso de la mañana ha ido desgarrando la niebla que cubría el Cerro de la Cabeza, como si quisiera confabularse con el momento tan tenebroso que se está viviendo pero el repique de campanas y los vivas que han salido del corazón de los miles de devotos han abierto una mañana inédita y especial que pasará a los anales de la historia.

Canal Sur Televisión ha retransmitido la Misa desde la Basílica Menor y Real Santuario de Nuestra Señora de la Cabeza, oficiada por el obispo de la Diócesis de Jaén, Amadeo Rodríguez, que ha acercado la Reina de Sierra Morena a los infinidad de devotos que tiene esparcidos por el mundo. Ha estado acompañado por el vicario de la Diócesis de Jaén, Francisco Juan Martínez Rojas, integrantes de la Comunidad de Padres Trinitarios, con su rector, Pascual Villegas, el presidente de la Real Cofradía Matriz, Manuel Vázquez, y sus hermanos mayores, Antonio e Isabel Barrios, y el teniente alcalde de Andújar, Pedro Luis Rodríguez.

El pastor de la Diócesis de Jaén, Amadeo Rodríguez, ha mantenido un diálogo-oración con la patrona de Andújar y de la Diócesis de Jaén, prestando su voz a los que no han podido estar con Ella en un día tan señalado por culpa del coronavirus. «Pero todos los que aman a Dios tratan de encontrar el bien y el significado de las cosas, quizás estamos aprendiendo hoy lo que es una peregrinación en estado puro, pese a que le falte las multitudes y colorido de otros años, porque antes has ido Tú a nuestros corazones, a nuestras casas, a nuestros pueblos y ciudades y nos has invitado y nos has atraído» ha proclamado el prelado.

Amadeo Rodríguez ha añadido que la Virgen de la Cabeza ha traído a las casas el consuelo de su corazón «hoy Virgen Santísima de la Cabeza te haces médico, enfermera, del servicio de limpieza a cocinera, policía o transportista, voluntataria, y también capellana para el último adiós». También ha significado que la Virgen de la Cabeza estará muy atenta al camino de la vidas de sus devotos que se esparcen por muchas partes «y de los que no están cerca de Ti, y eres como tu Hijo, el Resucitado y por eso fuiste enviada a ese bendito lugar, para estar junto a nosotros y a acompañarnos en todas las situaciones de la vida», ha enfatizado el obispo, que ha pedido que pronto se haga el camino de vuelta hacia Ella. «Hasta que superemos esta amenaza que nos lo impide».

Rodríguez ha asegurado que la Virgen «ha llorado junto con todos nosotros pero encotrará en el cielo el consuelo oportuno para los ahora nos sentimos débiles y en peligro y que se han sentido peregrinos en este bendito lugar y que saben que nunca se van de vacio en tu encuentro con este Santuario porque nos das la medicina que nos cura y siempre nos das el perfume del amor de Dios que eleva nuestra dignidad» ha ensalzado el máximo representante de la iglesia de Jaén. «Te vas a encontrar Virgen de la Cabeza con mucho dolor y sufrimiento y no solo por la enfermedad, sino por las graves consecuencias económicas y sociales que nos va a traer esta larga interrrupción de lo ordinario que nos puede llevar a la exclusión social, por lo que sientáte ante nuestra mesa familiar porque queremos reconocerte Madre de la Iglesia en el partir el pan que siempre está al servicio de las necesidasdes materiales y espirituales y en este peregrinar que está haciendo en las casas di que Jesús está partiendo en nuestra casas el pan de la felicidad en nuestras casas», ha evocado el obispo.

El instante más señalado e inolvidable de la Misa ha llegado al final, en la bendición, cuando el vicario general de la Diócesis de Jaén, Francisco Juan Martínez Rojas, la leído un mensaje que ha trasladado el Papa Francisco donde ha animado en estos momentos difíciles que afligen a toda la humanidad « a que se confíe en la Madre de Cielo, que estuvo en todo momento al lado de Jesús en la Pasión y Muerte, también está entre nosotros acogiendo nuestras preocupaciones, dolores y temores, y desde lo alto, La Morenita nos mira y nos abraza». Ha invitado a lanzar oraciones por la Iglesia. Después se han sacado pañuelos blancos en el Santuario y en los balcones de muchos lugares, justo cuando se conocía un importante descenso del número de fallecimientos.