Preocupación por el deterioro del Molino de las Aceñas y de su entorno

En cuanto al alcance de protección, afecta a toda su estructura permitiendo su restauración, conservación o mantenimiento, consolidación y acondicionamiento. Este antiguo molino es propiedad de un particular, pero el Ayuntamiento tiene una oferta para su compra, a la que ha alentado el concejal del PP, Juan Vicente Córcoles de la Vega, quien ya habló sobre este asunto al anterior alcalde Paco Huertas. El propio Juan Vicente Córcoles ya expuso la problemática de este molino en un pleno celebrado en el mes de noviembre del año 2019, donde apuntó que se encontraba en mal estado por las pintadas, basura (plásticos, litronas, cajas), así como por los efectos del tiempo y de la acción de las aguas estando sus inmediaciones colmatadas por los lodos del río por la presa de Marmolejo.

Valor histórico

El edil del PP indica que El Molino de las Aceñas tiene un valor histórico. Señala que está ubicado en un paraje de ribera que se puede poner en valor para la ciudadanía, formando parte de un parque peri-urbano de la ciudad, para disfrute de tiempo libre, «sin olvidar la función didáctica para las nuevas generaciones que desconocen la funcionalidad de esos molinos con la harina», esgrime.

También subraya que su actividad ha dejado un poso en la ciudad, «porque El Pósito, la Alhóndiga, el Peso de la Harina son nombres de calles relacionados con el producto de la harina, básico en la economía de subsistencia del Antiguo Régimen». Añade que todo esos panes que alimentaron a los pueblos de la comarca, tuvieron sus orígenes no tan sólo en el campo donde se cultivaron esos trigos, sino también en este molino o aceña donde la mies era molida y convertida en harina, empleada por los panaderos.

La información sobre su cronología es escasa, porque algunos datan la construcción en el tiempo del Imperio Romano, aunque otros, sin embargo, sitúan esta edificación en los tiempos de la Edad Media. El Gobierno central se comprometió en el año 2017 al arreglo de la carretera de Valtodano (está en proyecto) y al acondicionamiento del camino que une el Puente Romano con el Molino de las Aceñas, que aparte de su valor patrimonial e histórico, también encierra un valor sentimental por que hace décadas se convirtió en una zona de esparcimiento y recreo. «Con su adquisición se recuperaría tanto el edificio como el lugar al estar en un frondoso paisaje de rivera con su flora y fauna», apunta Córcoles, quien propone la creación de un centro de interpretación sobre el agua en donde se vea toda la hidrografía de la comarca incluyendo las aguas subterráneas.

«Con el molino restaurado se enseñaría una actividad industrial que no han conocido las generaciones de mitad de siglo XX, y la existencia de otras aceñas que había en el Guadalquivir, así como toda la actividad en torno a la harina», apostilla.