La fidelidad y calidad mantienen viva la tradición de comprar en la plaza

COMERCIO TRADICIONAL ·
Pese a los cambios de los hábitos y la irrupción de nuevas tendencias la generación de vendedores mantienen a su clientela de siempre

JOSÉ CARLOS GONZÁLEZ

ANDÚJAR

Sábado, 30 de diciembre 2023, 17:08

Pese al inexorable paso del tiempo, que modifica tendencias y se ha empecinado en devorar tradiciones muy enraizadas, y sobre todo en esta época navideña, existen hechos, que por fortuna perviven y se consagran. Así se ha testimoniado durante estas fiestas en la Plaza de Abastos, donde hay hábitos que permanecen inalterables, como la fidelidad de la clientela al recinto, cuyos negocios, en mayor parte, se mantienen generación tras generación.

Juani Sequera, trabaja en una tienda de venta de pan y atestigua que cuando llega una fiesta importante suele acudir mucha gente al recinto, «esta Navidad está muy concurrida, como siempre y más de la mitad de los clientes son de muchos años, porque aquí siempre buscan los productos artesanos», refrenda.

La tradición

Juan Carrasco regenta un negocio de productos naturales. Subraya que la Navidad se le está «dando muy bien y escalonada», y añade que se ha convertido en una tradición venir a comprar a la plaza por estas fechas tan señaladas. Reseña que la gente tiene gana de disfrutar y de comer y ha percibido que ha venido mucha gente de fuera, que se ha unido a la clientela de la ciudad, «con frío, calor, pandemia, siempre estamos atendiendo a nuestra clientela, que se encuentra siempre con diversidad, con una gran relación calidad y precio y con un trato cercano», remarca.

El testimonio más fideligno con la Plaza de Abastos lo ofrece Patro Olmeda, «a mí me encanta venir siempre aquí y sobre todo al puesto de pescado de los hermanos García, porque me atienden muy bien todos los días, desde hace 60 años vengo viniendo y además compro el pan en la plaza, porque hay calidad en todos los géneros, y mi hija, que se mudó al otro extremo de la ciudad, sigue viniendo aquí», afirma muy convencida.

Manuel García es el pescadero al que acude Patro. Recuerda como sus padres venían a comprarle a los suyos, por lo que de mantiene viva la tradición. «Siempre han existido esos lazos de unión con la clientela y esperemos que sigan por mucho tiempo», desea Manuel, quien la confianza es un aval de la plaza.

El carnicero Sebastián Ciudad remarca que la gente adquiere en la Plaza de Abastos lo que no encuentra en otros sitios. «Por eso viene ahora en Navidad, y la gente está comprando y gastando dinero, porque nos conocen de hace muchos años y nos adaptamos a sus exigencias».