La U.D. Guardia saca partido de la inocencia defensiva del Iliturgi, y le supera por 1-2

La candidez defensiva empieza ya a ser un suplicio para el Iliturgi, que sigue sin encontrar el rumbo en su nuevo proyecto de la Preferente. La Guardia sacó partido de la endeblez de la zaga andujareña en el Nuevo Estadio de Andújar y pudo sacarle los colores con una goleada, que al final quedó en un 1-2 para los visitantes, que suman sus viajes por la provincia con victorias. Para colmo de males, el trío arbitral se cebó contra el Iliturgi, expulsó de una tacada al cuerpo técnico en los minutos postreros del choque y le escamoteó un claro penalty a los locales, por lo que varios factores se están conjurando en los primeros compases contra un Iliturgi, al que no le es suficiente la voluntad y la buena propuesta futbolística que exhibe en algunas fases del encuentro. Aún así, los pupilos de Rafa Reina no han estrenado aún el casillero de victorias.

JOSÉ C. GONZALEZ

Miércoles, 11 de mayo 2016, 08:26

Los albores del choque disputado el pasado sábado ejemplificaron los males que acechan a los iliturgitanos en los primeros suspiros de la temporada. En el minuto 7, la Guardia ya dominaba por 0-2, gracias a la eficacia de su centro delantero Michel, quien sacó tajada de la pasividad defensiva.

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Esta brecha en el marcador, supuso un mazazo para los andujareños, que tras el golpe inicial reaccionaron, primero con garra y corazón, y después con acciones profundas y de calidad, que no encontraron el premio por las intervenciones del meta visitante Guti y por la falta de pericia de los andujareños en los metros finales, a lo que se unió una pena máxima que no pitó el árbitro por unas claras manos dentro del área de un futbolista de La Guardia. En al tramo final de la primera mitad, el local Emilio empalmó a la red tras un saque de esquina y devolvió al choque la esperanza y la emoción.

Firmeza de La Guardia

La UD La Guardia lo fió todo a su contundencia defensiva para sujetar a su oponente que salió decidido en busca del empate. Los visitantes maniataron a los locales, que fueron perdiendo fuelle y empezaron a evidenciar sus enormes carencias defensivas. Los visitantes pudieron sentenciar a la contra, pero unas veces por las intervenciones de Paco Jurado y en otras por la falta contundencia de sus goleadores, privaron a su equipo de la goleada. Y al final, los 'trencillas' se ensañaron con el banquillo local, tras expulsar incomprensiblemente a casi todos sus miembros, para incrementar la decepción y la indignación entre la parroquia local.

 

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