El CB Montajes Rueda de Andújar claudica ante el potencial del Cimbis Cádiz (78-92)

El C.B. Montajes Rueda de Andújar regresa a la realidad, tras protagonizar varias gestas en su singladura en liga EBA. El pasado sábado tropezó ante el Cimbis de Cádiz (78-92) y venía de perder ante el Córdoba. Aun así, los iliturgitanos no han dado tregua a sus rivales, con presupuestos más descomunales y plantillas más profundas, que en momentos de apuro, siempre encuentran un aliado en los árbitros, aunque por categoría y nivel no mereven este soplo de aire fresco en momentos puntuales de los partidos.

El choque del sábado por la tarde estuvo rodeado por varias sensaciones y situaciones. Una fue el 'exilio' de la plantilla al coqueto pabellón de Marmolejo, debido al mitin que protagonizó el pasado domingo Mariano Rajoy en Andújar. Este motivo ya justifica el desplazamiento, pero en el club de Andújar no se entiende que el otro pabellón deportivo que hay en Andújar no disponga de canastas, al año de su inauguración.

El segundo hecho fue más conmovedor. Antes del inicio del encuentro, se guardó un minuto de silencio por el querido Pedro Ramos, fundador del equipo de baloncesto. Los inicios del choque fueron esperanzadores y prometedores. Los andujareños aguantaron el acierto desde la línea de 6, 25 de los gaditanos, que con el discurrir de los minutos claudicaron ante la fiereza y la casta de un Montajes Rueda, ejemplificadas en el poderío bajo los tableros de Joaquín García y Teo Aguirre, a lo que se añadió la dirección del base Dani Muñoz, quien comandó a la perfección la transición defensa ataque.

Los andujareños se estancaron tras el 38-30 a su favor, por culpa de una serie de pérdidas de balón, una técnica en contra del alero Suka y el ametrallamiento que le infligió su rival en corto espacio de tiempo. Las tormas de invirtieron y se llegó al descanso con 40-49 para los visitantes. Los gaditanos se encontraron más cómodos con el viento a favor y al Montajes Rueda le costó cerrar las penetraciones de un adversario con jugadores de gran nivel y más fondo de armario. Los gaditanos abrieron brecha, pero los pupilos de Juan Carlos Expósito volvieron a esgrimir ese espíritu competitivo que complica la existencia a sus rivales.

Pero el Cimbis Cádiz se encontró con unos aliados en la pareja arbitral, cuando los locales redujeron la brecha. Los andujareños tuvieron que luchar contra los elementos y en esta ocasión le tocó sucumbir ante un gran equipo, que acreditó su poderío y se aprovechó de algunas lagunas de los locales, que al menos mostraron su casta y ardor.