El Iliturgi gana por la mínina en Guarromán tras un golpe franco magistral de Sergio

El CD Iliturgi (ayer de blanco) se reencontró ayer por la tarde en el remozado campo del Pablo de Olavide de Guarromán con la senda del triunfo fuera de su casa. No conseguía la victoria fuera de Andújar desde el día 13 de noviembre, cuando superó por al Beas de Segura en el Hondonero. Una magistral ejecución de un libre directo de Sergio en el tramo final del primer periodo le proporcionó los tres puntos, que permite a los iliturgitanos seguir en la lucha por conseguir una plaza de ascenso a la Andaluza, aunque lo visto ayer, el conjunto andujareño no está para muchas fiestas.

JOSÉ C. GONZÁLEZ

Miércoles, 11 de mayo 2016, 07:10

Sufrió más de la cuenta ante un equipo diezmado por las bajas y que ha iniciado la cuesta abajo en una Preferente a la que le había tomado el pulso, pero ya no puede dar más de sí, al menos de momento, por culpa de la campaña de aceituna y de las miserias que asolan al fútbol modesto. Eso sí, el Iliturgi se aupa a la tercera plaza que da la posibilidad de jugar la promoción de ascenso y recorta algo la diferencia con el segundo clasificado, el Torredonjimeno.

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La calidad de los andujareños le permitió un mayor gobierno del esférico y del juego en la primera mitad y más aproximaciones al área de un conjunto local que se aferró a la fiereza y la casta, consciente de su inferioridad. El dominio visitante fue insípido, porque apenas se tradujo en ocasiones de gol. Sin embargo, el Guarromán gozó de la más clara al filo de la media hora, cuando su veterano centro delantero Pachi envio su lanzamiento franco ligeramente desviado. Los iliturgitanos acusaron en exceso las ausencias de sus estiletes Devés (por molestias), y Huertas (por sanción), que les minó la pegada en los metros finales y obligó a una reestructuración del equipo, que andaba como desorientado.

Golpe letal

Cuando peor lo pasaba el Iliturgi, llegó la acción que decantó la contienda. Cerca del descanso, un lanzamiento preciso de falta de Sergio aloja el balón justo al lado de la cepa del poste, ante el que nada pudo hacer Troncho, sino mirar como el balón se colaba por la red. Fue un golpe de maestría que a la postre resultó definitivo y letal.

Tras la reunudación, los locales lo fiaron todo a la habilidad y filigrana de su extremo Tato y a la perspicacia de Pachi, que pusieron en algún que otro apuro a la zaga visitante. Los iliturgitanos encontraron la válvula de escape en la pasmosa habilidad y velocidad de Alberto y en otro lanzamiento de Sergio. Pocos más argumentos ofrecieron ante un rival que empleó la fórmula tan simple como el pelotazo. El triunfo por la mínima de ayer le acerca algo a su objetivo, pero invita a la reflexión por la imagen.

 

 

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