El CB Ciudad de Huelva frustra el sueño del ascenso al CB Andújar Jaén Paraíso Interior

Los andujareños no hincaron la rodilla hasta los últimos segundos y mantuvieron indemne el espíritu indómito y rebelde de este club deportivo, que cerca ha estado de proporcionarles dos alegrías en un fin de semana a la brillante trayectoria del baloncesto andujareño. En la mañana del domingo, el equipo junior alcanzó el bronce autonómico.

El choque comenzó con muchas imprecisiones de ambos equipos debajo de los aros y se retaron a un pulso desde la línea de 6, 75, donde los onubenses cobraron una ligera ventaja en el marcador al final del primer cuarto 20-22.

En el segundo cuarto, los veteranos Berni Castillo (por parte del CB Andújar) y Víctor Pérez (por los onubenses) cogieron la bandera y empezaron a encabezar las acciones ofensivas y a se encargaron de dinamitar el choque con su talento y sapiencias. En este tramo apareció el 'francotirador' de los onubenses con su recital de triples, anticipando lo que supuso el epílogo del partido. Los visitantes empezaron a adquirir jugosas ventajas, pero el dominio del rebote ofensivo de los iliturgitanos con un Diagne inconmensurable, le permitieron segundas opciones al CB Andújar que no desaprovechó y no permitió licencias a su contrincante, que encaró el camino de ventaja con un 39-42 a su favor a lo que se sumaba otros tres de la victoria conseguida en Huelva.

Los inicios de del tercer cuarto fueron los más esperanzadores y rutilantes de CB Andújar porque mediado este tramo cobró por primera vez ventaja en la eliminatoria con un 55-50 que hizo vibrar a escaso público que pudo entrar al pabellón. Irrumpió el rutilante Berni Castillo, los juniors de bronce Javi Martínez y Antonio Martínez continuaron con el éxito del campeonato autonómico y coparon protagonismo en ataque. Diagne desquició a Domínguez bajo los aros y los andujareños parecían envalentonados.

Pero los onubenses acreditaron su poderío. Entró en escena el estelar e intermitente Postigo en las penetraciones, Nickerson sacó su muñeca a paseo a lejos del aro, y salió del ostracismo al que le condenaron los pívots del Andújar y el sevillano Cebolla masacró desde la línea de tres. Los andujareños se precipitaron en el tramo final y lloraron la derrota ante el orgullo y la ovación de su gente que le reconoció la gran temporada, tras quedarse en la orilla.