El CB Andújar cae ante el Benahavís Costa del Sol en un choque donde el equipo ofreció un tono gris

El CB Andújar Jaén Paraíso Interior sufrió este sábado su tercera derrota consecutiva en EBA (55-59) ante el Benahavís Costa de Sol, en un choque donde los andujareños ofrecieron un tono gris y se desdibujaron en el último cuarto y los errores y desaciertos prevalerieron sobre la brillantez. Así lo evidenciaron los bajos guarismos de ambos equipos.

El primer cuarto acabó nivelado donde ambos conjuntos ofrecieron algunos destellos de la su calidad y mostraron más empeño que lucidez. Los malagueños se escaparon ligeramente al principio del segundo cuarto guiados por el acierto de Ramírez Ruiz y guiados por la clarividencia de Mebas. Agarraron la diferencia más abultada, pero los iliturgitanos apretaron las tuercas en defensa y se anticiparon a los atacantes con robos de balón. El CB Andujar no estuvo fino en el tiro, pero remontó con un Javi Martínez imponente bajo los aros y a la hora de culminar los contragolpes. El bagaje ofensivo fue exiguo y el choque llegó al descanso de nuevo equibrado 27-27.

El tercer curto siguió los mismos parámetros porque acabó equilibrado y con alternativas. El Benahavis impuso un ritmo fuerte y con un juego combinativo desarmó al CB Andújar con una gran movilidad y un acierto de su alero López Gómez. Los iliturgitanos reaccionaron gracias al poderío bajo aros de Javi Martínez, que al menos en defensa estuvo secundado por Thiep. Fue el instante de más lucidez en ataque por parte de Berni Castillo. Los malagueños se rebelaron a base de eficacia y coraje y no permitieron alegrías. Otra vez se llegó al final con tablas, 45-45.

El CB Andújar tuvo unos inicios prometedores en el último cuarto, pero se fueron desfigurando porque se ofuscaron en ataque y concedieron rebotes ofensivos a su rival, que tuvo a Molina como baluarte, ya que penetró en la muralla defensiva del CB Andújar, encontró la canasta con facilidad y se agigantó en defensa. Los malagueños pusieron tierra de por medio con 11 puntos de diferencia y un ataque de rabia, coraje y orgullo permitió a los andujareños rebajar la diferencia con presión a toda cancha. Pero no había tiempo para más y volvieron a caer con un equipo malagueño.