Las cuevas de Lituergo se acercan a los visitantes

Con la actuación llevada a cabo por el Ayuntamiento de Villanueva de la Reina para acercar las cuevas de Lituergo a todos los aficionados al senderismo y a la propia historia de la localidad, ha propiciado la visita de muchos villanoveros y de otros municipios a este paraje, al que se le ha adecentado el acceso y colocado paneles informativos para facilitar los datos relativos a estas viviendas, situadas junto al río Guadalquivir, que sirvieron para guarecerse muchas familias de Villanueva de la Reina.

M.R.ARÉVALO

Miércoles, 11 de mayo 2016, 08:21

En la época de mayor esplendor existían más de cincuenta cuevas y cada una de ellas contaba con un salón, cocina y una habitación. Antes de la Guerra Civil ya las habitaban algunas familias, pero fue tras la contienda nacional cuando un gran número de personas se acercaron para hacerlas suyas. Muchas de estas cuevas tuvieron que abrirse con los escasos instrumentos que existían, hasta el punto de tardar tres meses en la apertura de la puerta, y después debían continuar picando para lograr acceder al resto de habitaciones.

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Las cuevas estaban pintadas con cal y azulete, y los suelos de tierra rubia, conocida con el nombre de "crema para las cucharas", porque se utilizaba para lavar la cubertería cuando aún no existía detergente. Simón era el alcalde de las cuevas, respetado por todos los lugareños, y además, era el que daba la cara en las visitas de la Guardia Civil.

El agua no escaseaba gracias a una fuente natural que nacía en el interior del montículo que cubría las cuevas. Se alumbraban con candiles o carburos, y se llevaba una vida de pegujalero. Acudían al pueblo andando para conseguir algo para comer, o visitaban las huertas cercanas para aliviar el hambre.

La alegría también se alojaba en este asentamiento, porque en la cueva de "Juanillo el Quinto" había baile todas las semanas, al ritmo de su acordeón. Incluso representaron una obra de teatro en una de las cuevas más grande, y para la ocasión confeccionaron el vestuario con papel. También se la ingenió "La Marquesita" para hacer unos pitos de caña para celebrar el carnaval.

El padrón de habitantes del año 1945 refleja la importancia de la población en las cuevas que alberga a 183 personas, de las cuales 99 eran mujeres y el resto hombres.

 

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