El Vía-Crucis de nombre coronavirus
semana de Pasión algo mustia ·
La no celebración de las estaciones de penitencia entristece a los cofrades y se ceba con la economía del municipioJOSÉ CARLOS GONZÁLEZ
ANDÚJAR
Jueves, 4 de marzo 2021, 23:01
La pandemia del coronavirus está golpeando fuerte con el látigo fustigante a una Semana Santa andujareña, que en los últimos años había adquirido un auge inusitado, gracias al empuje de las hermandades por darle más esplendor a sus pasos y a una comunión entre el Ayuntamiento y la Agrupación de Cofradías, que se estaban encargando de dotar de pujanza a la Semana de Pasión iliturgitana, que hace ahora 10 años fue declarada Fiesta de Interés Turístico de Andalucía, por esa mezcla de barroquismo andaluz pasional y la solemnidad que le insuflaban cofradías antiquísimas y con solera, en medio de esas fastuosas iglesias y sus indelebles altozanos embadurnados de cal blanca y embriagados por los perfumes de sus naranjos.
Toda esta eclosión sirvió de revulsivo al sector de la hostelería y a la restauración, que vio como en esos días se multiplicaban de forma exponencial sus beneficios y el municipio recibía cada vez a más visitantes, atraídos por el crecimiento en calidad y cantidad en el patrimonio de sus pasos procesionales. De este hecho saben mucho en la cerería de la saga Bellido, célebre a nivel nacional por llevar sus ceras de calidad a las iglesias, catedrales, y hermandades de toda España. Su marca está registrada desde el año 1888, aunque ya funcionaban años atrás.
El año pasado, por estas fechas, se encontraban en su periodo más frenético de actividad, aunque uno de sus responsable, Manuel Bellido, ya se barruntaba que todo iba a ser distinto, hasta que llegó el Estado de Alarma del día 14 de marzo que lo paró todo. «Algunas hermandades pudieron llevarse el material que encargaron y que les está sirviendo para este año», señaló ayer a IDEAL.
Manuel no recuerda una situación como la vivida en estos últimos 365 días. «Esto no tiene ni punto de comparación con las crisis económicas de 1992 y la de 2008», remarcó. Calcula que ha perdido entre un 60 y un 70% de actividad y ahora están empezando a tener trabajo porque hermandades les encargan las ceras para los cultos de la Cuaresma y para algunos pasos que se pretenden montar dentro de las iglesias para que sean venerados por los fieles. «Esto no tiene nada que ver cuando un paso no sale a la calle por la lluvia», matiza.
Más recogimiento
Las cofradías de Pasión están celebrando sus cultos de una forma más solemne dentro de las iglesias. Ángel Luis Calzado es hermano mayor de la Cofradía del Buen Remedio que acaba de celebrar su quinario. Reconoce que las cofradías se vuelcan todo el año para salir a las calles y la no celebración de la estaciones de penitencia está provocando una merma de los ingresos por las papeletas de sitio. «No obstante viviremos el verdadero sentido religioso de la Semana Santa, desde el Domingo de Ramos, hasta el de Resurrección, un día clave y vital para los cristianos». La Hermandad del Buen Remedio tiene pensado abrir la capilla del Antiguo Hospital Municipal (su sede canónica) durante toda la jornada del Jueves Santo para que sus imágenes, Nuestro Padre Jesús de la Sentencia y María Santísima del Buen Remedio, sean veneradas. «La vida de una cofradía sigue porque nosotros seguimos embarcados en el proyecto de la ampliación del paso de Misterio», constata Calzado. Lo que se pierde por un lado, se gana por otro al no tener que realizar los gastos que suponen sacar un paso a la calle.
Ángel Luis Calzado conoce la realidad y la angustia que está viviendo el sector comercial como gerente del Centro Comercial Abierto. «Demasiado están aguantando, porque llevan un año donde se han suspendido fiestas y celebraciones y soportando restricciones», confiesa.
Ángel Molina es un joyero de la calle San Francisco. Subraya que la no celebración de desfiles procesionales no saca la gente a la calle. «Por lo que no viene a comprarse joyas y pendientes». Él apenas se dedica a la orfebrería de los pasos, pero sabe, por lo poco que hace que se ha menguado su rendimiento. «No se revisan los enseres de las cofradías». Desde su joyería vendía complementos para las mantillas.
Loli Ferro evoca que a esta alturas vendía en su tienda de recuerdos y regalos de la calle 22 de Julio los cíngulos para los nazarenos, las peinetas para los mantillas, los fajines para los costaleros, los guantes, imágenes para los colegios. «Hasta el día de hoy no hemos vendido nada», lamenta. Semana Santa y Romería suelen ser las fechas capitales para la venta. «De eso nada, y menos mal que la gente está aprovechando para renovar las casas y se vende algo de mercería», ataja. Puri, trabaja en la floristería de al lado y ha sufrido un 30% de descenso en las ventas. «Ahora vendemos para los cultos, pero no al nivel de hace dos años», relata esta floristera.
Y mientras, la Cuaresma sigue porque en este fin de semana, las cofradías del Gran Poder y Los Estudiantes y la Venerable Hermandad de Las Angustias celebran sus cultos.
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