De veinte al veinte

Sumergidos en la vorágine de unas elecciones generales, la segunda vuelta como las denominan algunos, hay acontecimientos que pasa casi de puntillas en la ciudad de Andújar, cuando deberían haber sido toda una solemnidad, especialmente por lo que revulsivo supuso en su día. Se han cumplido dos décadas de la apertura de las puertas asistenciales del hospital Alto Guadalquivir, dos décadas cuidando por la salud de los vecinos de esta ciudad y los de la comarca, e incluso de la provincia y fuera de ella, donde se subraya la humanización de su asistencia. Autoridades y responsables de la Agencia Sanitaria se dieron cita en el recinto hospitalario para un acto oficial. Pero, no estaban todos los que son, para un acto como el que era, se echaba en falta personas y personajes; no sabemos si por motivos de agenda, falta de comunicación o simplemente descoordinación. Os que no faltaron fueron los medios de comunicación para dar fiel testimonio del hecho, como tampoco la viceconsejera de Salud Catalina García, y su delegada territorial Trinidad Rus, que están en las buenas y en las malas y no reúsan pregunta alguna, aunque le incomode. Amén de las felicitaciones protocolarias, cierto es, y nos apuntamos a las palabras de la viceconsejera, que a la gran labor realizada durante estos veinte años, donde hubo sus inevitables fallos, pues son seres humanos quienes realizan las tareas, hay que añadir su humanización del sistema. Los iliturgitanos nos sentimos contentos con el hecho de que se nos haya acercado, sino toda, si parte de la asistencia sanitaria, en contra de quien afirmaba que el hospital de referencia de la población de Andújar estaba solo a cuarenta y cinco minutos de la ciudad, además de crear riqueza y generar un movimiento social en torno a él. Decía lo de parte de la asistencia sanitaria, porque llevamos ya algunos años con la reivindicación de determinadas especialidades, a las que la propia viceconsejera, cuando era oposición en la Junta, se sumo y que desplazan diariamente a más personal del que debería, tanto a la capital de la provincia, como a la de Córdoba.

En cuanto a la afirmación de que ambas responsables políticas en lo sanitario están a las duras y las maduras, es que no sólo no rehuyeron la pregunta sobre las especialidades; eso sí con el «estamos trabajando», que tampoco sobre las quejas surgidas en el otro hospital, el viejo, y las obras de emergencia que se están llevando en él. Ha habido tirón de orejas para la empresa constructora, pues admite retrasos y deben terminar pronto estas labores de consolidación del edificio, pues la reforma integral debe comenzar el año que viene, es decir en 2020 y estamos a dos meses de que se inicie ese año, Lo que sí, es que ya se ha destinado la cantidad de 72.000 euros para el expediente de licitación y contratación de la redacción y proyecto de dirección de obra-Para 2021 se espera que el antiguo edificio de los jesuitas, de gran valor arquitectónico y artístico, que se ha ido abandonando a lo largo de esta dos décadas, por quienes tenían y tienen las competencias, es decir la Junta de Andalucía, hasta llegar a un gran deterioro, pueda verse restaurado.