Los vecinos piden el funcionamiento de las fuentes del Parque de Las Vistillas

El parque de Las Vistillas, uno de los 'pulmones verdes' de los que dispone la ciudad, ha estado huérfano de algarabía y desenfado de sus tradicionales fiestas de San Bartolomé, que todos los años se celebra en la tercera semana del mes de agosto, y durante buena parte del Estado de Alarma, estuvo cerrado al público.

Este verano está sirviendo de refugio a los vecinos y visitantes de todas las edades, quienes acuden a primera hora de la mañana y a última hora de la tarde-noche (salvo que el calor sea muy sofocante) para evadirse, pasear y disfrutar de los aparatos, arboleda e instalaciones que allí se han enclavan. El presidente del colectivo vecinal San-Bartolomé-Vistillas, Rafael Palomares, ha repasado las mejoras que se van a realizar en el recinto y las deficiencias que aún soporta, y que se le trasladan muchos de los usuarios de este emblemático parque.

Palomares lamenta que no hayan funcionado las fuentes en un verano especialmente caluroso. «Ysin embargo, cuando estaba cerrado por el coronavirus si echaban agua», comenta. La rotura del motor se haya detrás de esta deficiencia, aunque Palomares ha insistido en su arreglo. También critica que se proceda a su riego a primeras horas de la mañana. «Cuando la gente está paseando o haciendo ejercicio en los aparatos y se mojan, cuando el riego está programado para la noche». El presidente del colectivo vecinal quiere aprovechar el inicio del curso político para hablar con los responsables del Ayuntamiento e informarles de todas estas carencias para que adopten algún tipo de solución. También denuncia que se retiraran los cubos para depositar la basura orgánica.

Mejoras

La asociación presentó al programa de Presupuestos Participativos una serie de iniciativas que redundarán en la mejora del parque. Rafael Palomares ha señalado que a partir de este mes de septiembre van empezar a tener forma porque se va a colocar otra mesa de 'pin-pong' y una pista multifuncional que sirve para varias prácticas deportivas. «Al final nos van a construir una pequeña cancha de fútbol, que queremos esté cerrada, y un futbolín antivandálico que se adecuarán al lado de la sede vecinal», afirma Palomares. Estas infraestructuras tienen que estar terminadas antes de finales del año.

La persona encargada del quiosco que pronto se va a abrir justo al lado de la sede de la asociación de vecinos, entregará las bolas a los chavales que quieran jugar. Tendrán prioridad quienes en su familia se haya hecho socio de la asociación.

Otros de los caballos de batalla de Rafael Palomares es la eliminación de los grandes escalones que se han formado en las aceras y que impiden a los propietarios de las cocheras a acceder con sus vehículos por la rampa que se encuentran. «Los bajos de los vehículos impactan con el acerado y en otras calles se colocó una rampa», apunta.