La temporada montera viene con mejoras, pero afectada por el contexto actual

La calidad de las reses, la gran extensión de la sierra y ya la enorme dedicación de la nobleza a mitad de la década del siglo pasado le ha dado pedigrí al mundo de la caza mayor en Andújar. Y la situación actual de las monterías coquetean entre la sequía, la crisis provocada por la inflación y la guerra de Ucrania y las ganas que tienen los monteros de disfrutar de una jornada de caza tras dejar atrás lo más duro de la pandemia. «Hay gente que ha quedado tocada por el virus y hay mucha incertidumbre por lo que pueda pasar, ya que está subiendo todo, por lo que no hay mucha alegría», señala Milagros del Moral, responsable de una organización montera. En su calendario figura 10 monterías, «un poco más asequibles y baratas y tienes que buscarte mucho la vida», constata.

Mejoras

Antonio Gómez, organizador de monterías, aventura mejores perspectivas que en los dos últimos años, «porque todo vuelve a la normalidad».

Gómez considera que la lluvia y la bajada de temperaturas beneficiarían a la práctica monte, sobre todo a la labor de los perros, «aunque los pondequeros los están preparando para la adversidad», considera.