Salida del Cristo de la Expiración (Estudiantes) de la capilla del Salvador de San Bartolomé y el obispo con la talla de La Soledad. GONZÁLEZ
El obispo de Jaén, Sebastián Chico, contempla estampas del Viernes Santo andujareño

Solemne luto y dolor en Andújar por Jesucristo

SEMANA SANTA 2025 ·

El Jueves Santo esplendente y pujante en Andújar cedió el testigo a un Viernes Santo más recocido y solemne con devociones ancestrales

JOSÉ CARLOS GONZÁLEZ

ANDÚJAR

Sábado, 19 de abril 2025

Tras el fulgor y el barroquismo del Jueves Santo andujareño, llegó la oscuridad y sobriedad del Viernes Santo, con solera, empaque y dosis de identidad.

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Hicieron acto de presencia las hermandades añejas, ancladas al antiguo arrabal de San Bartolomé, que ofrecieron la dimensión más solemne y austera de la Semana de Pasión andujareña. Pero antes, a primeras horas de la mañana, un tono lúgubre se empezó a dibujar en el alma de la vigorosa y Andújar, cuando el penitente de color morado llamó a las puertas de la iglesia de San Miguel, para pedir el paso de Nuestro Padre Jesús Nazareno 'Señor de los Señores' y provocar el sollozo y las lágrimas de sus fieles, algunos de los cuales ya estaban apostados ante las inmediaciones de la iglesia horas antes de su monumental salida.

El galanteo y el porte de sus mujeres costaleras y los sones de la Agrupación Musical María Santísima de los Dolores 'El Rescate', de Linares, hicieran vibrar los corazones que desataron las ovaciones y la emoción. Este suplicio de Jesús camino de la cruz, ayudado por Simón adquirió realeza y boato. Este desfile, que remonta los senderos de los siglos, se relacionó con la nobleza, pero ha calado en el pueblo llano y en muchas generaciones. El ruido de los trombones, las campanilla y las saetas siguen inalterables. El pueblo salió en busca del Señor de los Señores para abrazarle y rogarle.

La Angustias

Ya, a primeras horas de la tarde, una atribulada María acogió en el regazo de su Hijo en estado yacente por Ollerías, que claudicó ante las miserias de la humanidad, por las que entregó su vida. Las Angustias atestiguó el carácter asistencial de la residencia donde se incusta. En San Bartolomé fue donde Cristo hizo su último aliento, para entregar el espíritu el Padre. Una cada vez más la cada vez más ornamentada Virgen de la Amargura acompañó al Cristo de la Expiración en el prostero suspiro de su condición humana. Un cariz fúnebre adquirió San Bartolomé y Las Vistillas enmudeció ante este hecho transcendental de la Pasión.

Los portadores del Santo Sepulcro recogieron en Andújar el testigo de los gentiles Nicodemo y Joséde Arimatea para llevar a Jesús al sepulcro, ante la mirada perdida y desconsolada de María, que vagó errante por la ciudad. De la confabulación en la Semana Santa de Andújar entre Santo Sepulcro y la Cofradía del Santo Entierro de y la Soledad, fue testigo el obispo, Sebastián Chico como de otras estampas del Viernes Santo andujareño. También supo como la palabra Victoriia que está grabada en la estirpe de La Soledad, presagian el gran acontecimiento del triduo pascual.

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