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Altar de la Virgen de la Esperanza instalado en la parroquia de Santa María la Mayor. JOSÉ CARLOS GONZÁLEZ

Siempre Esperanza

OPINIÓN ·

«De ahí, que como estamos en el 75 Aniversario de la Cofradía de la Esperanza, esa que naciera del seno de algo tan nuestro y tan popular, como la peña taurina de los años cuarenta del pasado siglo XX, a Ella nos confiemos y podamos decir: Señora, contigo siempre: Esperanza»

ISABEL RECA

ALTOZANO

Lunes, 29 de marzo 2021, 13:21

Con el Domingo de Ramos iniciábamos ayer la denominada Semana Mayor, Semana de Pasión; para los cristianos. Desde ayer mismo y hasta el próximo domingo viviremos una semana, no tan atípica como la del 2020, en pleno confinamiento, pero si diferente a lo que solemos por estas fechas.

Este año tampoco habrá tronos ni pasos en la calle, las bambalinas de los palios no tintinearán en las callejuelas estrechas del casco antiguo, ni oiremos el rachear de las zapatillas de los costaleros. Ni siquiera las luce tenues de la velas encendidas de los nazarenos iluminarán los rostros emocionados de los cofrades que no puedan vestir la túnica y acompañar a su Cristo o a su Dolorosa. Este año, y esperemos que por el último, todos podremos acompañar a nuestros titulares en sus templos, en el transcurrir de las celebraciones del Triduo Pascual.

Si la imaginación nos transportó en la soleada mañana del Domingo de Ramos hasta Jerusalén y con la imaginación vivimos la entrada de Jesús en su borriquilla en medio de palmas y gritos de ¡Hosanna! Lo mismo habrá de ocurrir, a lo largo de toda esta semana hasta llegar al Domingo de Resurrección al contemplar las imágenes, montadas para la ocasión, bien en sus respectivas sedes canonícas o capillas titulares. Ya apuntaba, en este mismo espacio, lunes pasados, que hemos echado en falta un pregón oficial de la Agrupación, como sí que los ha habido en otras ciudades con las medidas covid pertinentes.

Pero todavía más, hemos echado en falta una exposición de enseres cofrades o del tipo que fuere, relacionado con la celebración, que poder contemplar, al menos durante estos días. Otros colectivos más avezados han 'jugado su baza. Así vemos como Andújar Flamenca ocupa esta semana el espacio expositor que debiera haberle correspondido, por su contenido, en el mes de abril. Y antes que me replique nadie, les digo que me consta que el mes ya está ocupado por otra de contenido romero. No habría sido un desatino dividir el tiempo de duración en mitad y mitad, dado que tampoco son tantos los días que la historia de Andújar Flamenca nos va a mostrar su incomparable evolución, en el marco de la sala de exposiciones de la Casa de Cultura.

A lo mejor, cuando tengamos esa casa museo de la Romería podamos solucionar tales dislates, o como también apunté, en su día, mejor ocasión para recuperar la función de la iglesia de Santiago, no había. Mientras es lo que hay, historia de uno de los grandes eventos que tiene esta ciudad a cambio de una muestra cofradiera. Con el cierre perimetral de las provincias, tampoco es que nos vayan a visitar tantos, pero al menos los que nos visiten tendrán algo novedoso que contemplar y que vale la pena. Es cuanto puede ofrecer estos días la ciudad de Andújar, junto al paisaje de nuestro parque natural y ante el miedo de autoridades y de muchos vecinos de que las buenas temperaturas inviten a disfrutar de la calle y reuniones de forma nada adecuada, de tal manera que esos «contagios que se adentran en la ciudad en una fase meseta» crezcan y nos lleven a un pico de la denominada cuarta ola.

De ahí, que como estamos en el 75 Aniversario de la Cofradía de la Esperanza, esa que naciera del seno de algo tan nuestro y tan popular, como la peña taurina de los años cuarenta del pasado siglo XX, a Ella nos confiemos y podamos decir: Señora, contigo siempre: Esperanza.

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