Salvador Cortés y el toro 'Envilecido', el dúo de triunfadores en Andújar

Temporada taurina que encara su recta final, también en nuestra provincia, donde nos queda el festejo de mañana en Villanueva del Arzobispo y, posiblemente, en Jaén, donde la empresa Tauroemoción trabaja en confeccionar dos festejos taurinos (una corrida de toros y otro más de rejones), siempre a expensas de la evolución de la pandemia y de las medidas sanitarias establecidas por las autoridades competentes. Si todo sigue como hasta ahora, es muy probable que los carteles se presenten en los próximos días, aunque, como decimos, todo dependerá de la pandemia para celebrar la feria de la capital.

En Andújar vivimos en el día de ayer una corrida de toros mixta que no congregó muchas personas, todas ellas salpicadas por los tendidos y filas, respetando la distancia de seguridad del metro y medio y con mascarilla. Antes, a la entrada al recinto taurino, se les tomó la temperatura con el obligado lavado de manos con gel hidroalcohólico. Todo se hizo sin problemas, no habiendo ningún incidente, siendo consciente el aficionado taurino de la difícil situación por la que pasamos, cumpliendo con las normas impuestas por el bien de todos.

El festejo se inició con el minuto de silencio habitual en todas las plazas por las víctimas de la Covid-19. Momento de recogimiento y emoción en recuerdo de las miles de vidas perdidas por el maldito virus, que llegó a nuestras vidas para destrozarlo todo.

Por la puerta de chiqueros salieron toros de dos ganaderías, de Luis Terrón para el rejoneador Diego Ventura y de Juan Pedro Domecq para el sevillano Salvador Cortés, que lidió los cuatro debido a la baja de última hora del francés Sebastián Castella. En cuanto a presencia, poco que reprochar, siendo su juego noble y de escasa fortaleza. Es decir, nada nuevo.

El primero en actuar fue el rejoneador, que llegó a Andújar tras perder hace unos días a 'Dólar', uno de sus caballos más importantes. La pena la llevará por dentro, mostrando en el día de ayer las ganas de un principiante que necesita el triunfo imperiosamente para ganarse el futuro. Algo que ya ha conseguido en una trayectoria larga, impregnada de triunfos, situándolo entre los más importantes del toreo a caballo.

A su primero le colocó dos rejones de castigo, para posteriormente realizar un tercio de banderillas en la que destacó por su forma de templar al toro, llegándole mucho a la cara para provocar la embestida de un animal que tuvo nobleza pero anduvo justo de celo y entrega. Con el caballo 'Ilusión' sufrió una aparatosa caída al perder pie el caballo de los cuartos traseros, siendo embestido, afortunadamente sin consecuencias. Finalizó su labor con 'Guadiana', colocando tres banderillas cortas que fueron el mejor colofón a una entregada actuación. Mató de rejonazo de rápidos efectos cortando las dos primeras orejas de la tarde.

Con su segundo, de Cortés de Moura, Diego Ventura tuvo una actuación sobresaliente. Empezó colocando dos rejones de castigo en todo lo alto, para lucirse posteriormente en el tercio de banderillas a lomos del caballo 'Nazarí', colocando dos pares sencillamente magistrales, templando de costado, recorriendo la práctica totalidad del ruedo en un emocionante momento con toda la plaza en pie. Con el toro ya más parado, colocó un soberbio par al quiebro en un palmo de terreno, que de nuevo levantaron pasiones en el tendido. Una pena que tuviera que descabellar hasta en tres ocasiones después de un rejonazo trasero, quedando el premio reducido a una sola oreja.

El día de antes se anunció la ausencia de Castella, debido a una lesión en la muñeca derecha producida en un tentadero, que lo mantendrá de baja durante unos días. Finalmente no hubo sustituto y el festejo quedó en un mano a mano entre el rejoneador y Salvador Cortés, en la lidia de cuatro toros de Juan Pedro Domecq.

Hacía mucho tiempo que no veíamos vestido de luces al diestro sevillano. Un torero que en sus comienzos como matador de toros tuvimos la oportunidad de verlo varias veces por plazas de nuestra provincia, sobre todo en la capital. Ayer tuvo doble función, la de empresario y a la vez de protagonista en el ruedo. A pesar de los años pasados, mantiene la misma ilusión de siempre y su estilo clásico.

Con su primer oponente, un toro muy bien presentado, le cuajó un excelente recibo capotero, toreando a la verónica con ritmo, rematando de una media muy torera. Se volvió a lucir en vistoso 'galleo' para llevar el toro al caballo. El animal tuvo mucha nobleza y excelsa calidad, aunque anduviera justo de fuerzas y casta.

Aprovechó Salvador Cortés las virtudes de su enemigo para cuajar una labor llena de gusto, basándose en el temple para torear de forma muy despacio, con muletazos muy largos. Se le vio disfrutar al torero en una labor que no bajó nunca de intensidad, alternando los dos lados, rematando las series de forma variada, con pases de pecho y cambios de mano que levantaron grandes ovaciones. Pinchó en el primer envite, cobrando una estocada entera a la segunda, cortando una merecida oreja.

Con el tercero, segundo de su lote, no hubo apenas opción de lucimiento en los lances de recibo de Cortés. El de Juan Pedro tomó una vara sin apenas entrega, realizando el sevillano una labor en la que de nuevo puso el temple al servicio de una faena a la que le faltó la emoción necesaria para calentar el ambiente. Estuvo muy correcto el torero, pero el animal llegó muy desfondando al tercio final, no teniendo continuidad el trasteo. Poco a poco, el torero, muy insistente, consiguió algún momento lucido, sobre todo al natural, consiguiendo muletazos de bella factura. Se pegó un arrimón en la parte final del trasteo con el toro ya muy parado, para rematarlo de una estocada volcándose sobre el morillo y paseando otra oreja.

El quinto, tercero del lote de Salvador Cortés, fue un toro castaño de imponente presencia y arboladuras, muy astifino, aunque luego no se comió a nadie. Se lució el torero en lances sueltos, prosiguiendo su actuación con la muleta de forma intensa en un inicio con un pase cambiado por la espalda muy ajustado en el centro del platillo. Prosiguió su labor sobre la diestra en varias series en la que bajo la mano, llevando muy toreado al noble animal, que, aunque justito de fuerza tuvo nobleza y la movilidad necesaria para que el rubio torero se sintiera a gusto en todo momento. La labor del torero fue impecable en todo momento, alcanzando unas cuotas artísticas altísimas cuando ligó las series con la zurda, dándole distancia llevando la muleta arrastrando por el albero.

El toro no se cansó de embestir, fue a más en su galope y embestida, en un trasteo en continuo ascenso que sirvió para que el público de manera natural empezará a pedir el indulto del toro. No se lo pensó dos veces el presidente, que rápidamente sacó su pañuelo naranja, produciéndose el momento mágico del indulto de un toro bravo, de un toro que volverá al campo, ganándose el derecho a seguir viviendo gracias a su bravura y excelente juego.

El sexto fue otro toro noble, pero lógicamente no llegó al nivel del ya famoso 'Envilecido'. Lo toreó con gusto a la verónica para realizar una labor templada, sin mucha exigencia aunque muy valerosa, intentado sacar muletazos de mérito por ambos lados, en una faena que tuvo momentos muy logrados, sobre todo y de nuevo sobre la mano zurda. Se arrimó en la parte final, finalizando de una estocada entera, cortando la última oreja de la tarde.

Y mañana, a partir de las siete de la tarde, se celebrará en Villanueva del Arzobispo una corrida de toros con motivo del centenario de la ciudad, un festejo que ha levantado una gran expectación en toda la provincia. No es para menos, pues llegan los esperados toros de Victorino Martín, la ganadería más importante que hay en la actualidad, unos toros que han escrito algunas de las páginas más brillantes de la historia de la tauromaquia. Los cárdenos de la 'A' coronada son animales de una gran presencia, bravos y encastados, que arrastran el hocico por el albero siguiendo los engaños, llevando la emoción a los tendidos. Son toros exigentes, que piden el carné a todos los que se ponen delante. De ahí la importancia y repercusión de los triunfos cosechados por los toreros ante estos toros.

El cartel de toreros lo componen el linarense Curro Díaz. Diestro que ya tiene una amplia experiencia en la lidia de los victorinos, cosechando grandes triunfos, y con indulto incluido, en plazas como Bilbao, Almería, Calasparra y el sur de Francia.

Otro tanto ocurre con albacetense y segundo espada del cartel, Rubén Pinar. Torero con una contrastada técnica que sabe resolver los problemas que origina la lidia. Con los toros de Victorino tiene una relación que ha sido venturosa en los últimos tiempos, cosechando triunfos de gran repercusión.

Cierra la terna el diestro de Cortijos Nuevos Alberto Lamelas. Una pena la aparición de la Covid 19, pues la temporada actual se le presentaba como la gran oportunidad de dar el salto definitivo y colocarse en un puesto de privilegio en el escalafón. De la mano de su nuevo apoderado, el cordobés Antonio Tejero, tenía preparado el salto a las grandes ferias, algo que se echaba de menos en los últimos tiempos.

Por otra parte, el Ayuntamiento de Villanueva del Arzobispo quiere crear unos trofeos taurinos que premien a los triunfadores de la corrida de toros. En este caso, al torero triunfador, al mejor picador y el mejor subalterno. Se quiere que tenga continuidad en el futuro, contando con la colaboración de la empresa Tauroemoción y las dos entidades taurinas de la localidad.