El salto mundial de una pintora de cuna y vocación

El título de su obra lleva por por nombre 'Cal y Guijarro', donde la creadora iliturgitana expresa un pensamiento de gratitud, «donde hay vida, dejando viejas creencias, fusionándose un sueño de libertad», ha indicado a IDEAL Ana María quien se siente agradecida al selecto jurado que ha elegido su cuadro para integrarse dentro de este célebre convocatoria, a la vez que le ha supuesto un orgullo y satisfacción enormes. Ana María Soto ha desgra nado cual es su impronta artística que deja impresa en cada uno de sus cuadros. «Pinto con lentitud, con la cuidadosa minuciosidad de quién no tiene prisa y ha encontrado en su trabajo la mejor medida para su tiempo», define la artista de 52 años de edad con amplias y ampulosas inquietudes culturales.

Desde niña

Su afición a la pintura le viene desde pequeña, «siempre he considerado mi esencia, los colores, olores, los aceites, es innato en mí, soy autodidacta», se define. Su primer contacto con el óleo lo descubrió de la mano de Jerónimo Mata, allá por el 1995. Posteriormente continuó por su cuenta haciendo de la pintura su profesión, donde planea varios proyectos. En la actualidad trabaja con texturas, «que me dan más libertad a la hora de expresar mis sentires», indica.

Su otra gran pasión es la lectura y ha colaborado con algunos escritos con la asociación culturalAnduxar en su iniciativa 'Grito de mujer,' donde ha compuesto manifiestos contra el maltrato.