La Ropera alienta y sirve de bálsamo a Nuestro Padre de la Salud y María Santísima de los Dolores

La procesión del grupo parroquial de Nuestro Padre Jesús de la Salud y María Santísima de los Dolores, del poblado de La Ropera, abrió el Viernes de Dolores por la noche el recorrido oficial de las estaciones de penitencia en el municipio, tras el brillante y espectacular prólogo que protagonizó la Semana Santa Chica de la SAFA en una radiante mañana por las calles, que asistieron ensimismadas al bullicio fervoroso y pasional de la chiquillería.

En esta ocasión las gentes nobles y gentiles de la Ropera, bañadas por los murmullo del río Guadalquivir y acariciada por las brisas de la sierra, acompañaron en la silente noche ribeteada por una creciente luna al paso de un conjunto escultórico único en el mundo cofradiero como es el encuentro de Jesús con las santas mujeres, con la cruz a cuestas, ayudado por Simón 'El cirineo', y acompañado su Madre y San Juan. Estas cuatro figuras están cargadas de patetismo y conmueven el alma.

El grupo parroquial de Nuestro Padre Jesús de la Salud y María Santísima de los Dolores no deja de sorprender y crecer. Ya su procesión solo con la Virgen de los Dolores fue ganando en auge y expansión, hasta que en el año 2019 se incorporó Nuestro Padre Jesús de la Salud, obra del escultor malagueño, José Antonio Lucena.

Novedades

La procesión del pasado Viernes presentó novedades como la nueva túnica y caperuz blancos con escapulario azul noche de los penitentes, así como su flamante bandera. La banda de música Cristo de la Expiración, de Quesada amenizó la marcha que dejó grandes momentos como la salida del paso de la iglesia, el cambio de costaleros en el cruce de la Ronda San Isidro con calle Génave y su acompañamiento por las calles de la aldea.