Profunda tristeza en muchos feligreses por la marcha del párroco Sebastián Guerrero

Los feligreses que le ha conocido y representantes de hermandades resaltan su valía como sacerdote, el gran trabajo realizado y su talla humana. «Lo estamos asimilando aún porque en estos 13 años ha trabajado mucho por la parroquia de San Eufrasio», comentó ayer a IDEAL la vicehermana mayor de la cofradía del Cristo Resucitado, Lola Sacasa. Recordó como de su mano llegaron a la parroquia de San Eufrasio las Hermanas Esclavas Carmelitas de la Sagrada Familia, «tenemos muchos recuerdos del trabajo previo que se hizo para abrir el nuevo templo, como se trajeron a la iglesia las reliquias de Juan Pablo II, no nos los creemos aún en la parroquia», confesó emocionada Sacasa, quien por otra parte se mostró satisfecha, en medio de la tristeza, porque le van a dar un buen cargo, ya que será director espiritual de la casa de la Yedra. «Ha trabajado mucho por la unión de la parroquia porque es una persona muy viva». Ella en concreto, le agradece la consolidación de la Cofradía del Resucitado. Un año antes de la llegada de Sebastián, en el 2006, salió por primera vez a las calles de la ciudad.

Hermandad

Eduardo Muñoz, presidente honorífico de la hermandad de San Eufrasio (patrón de la ciudad y de la Diócesis de Jaén) resaltó su carácter dinámico y su capacidad de trabajo. «Se ha ganado el cariño de la gente», confirmó Muñoz, quien no escondió su pesar por el nuevo nombramiento de Sebastián. «Sabemos que va a un buen sitio, pero nos apena su marcha, porque han sido 13 años los que hemos trabajado de una forma intensa con él». El actual presidente, Salvador Paulano, evocó como se ha trabajado de una forma conjunta entre la hermandad y el párroco para ensalzar la devoción a San Eufrasio. «Nosotros hemos aportado mucho a la vida de la parroquia y el ha ayudado mucho, porque es una persona que escucha», reconoció Paulano. También se alegró de los nuevos destinos que le van a dar y ponderó en su labor como responsable de los cursos de formación cristiana en la Diócesis de Jaén. «Los ha realzado mucho», terció.

En los últimos años estuvo como administrador de la parroquia de Santiago Apóstol, ubicada en la barriada de la Lagunilla. Ofició la Misa de la festividad de la Virgen del Carmen en un año tan especial marcado por la pandemia. «Ha respetado a la feligresía en un barrio donde antes todo el mundo era católico y ahora la mayoría son evangelistas», señaló el presidente de Cáritas Interparroquial y feligrés de la parroquia, Francisco Martínez. «Le ha dado dignidad a las celebraciones y ha mantenido a sus equipos», matizó. Martínez destacó como combinó tradición, conservadurismo y modernidad.