Los poblados cumplen a 'rajatabla' con el encierro

El Covid-19 ha sembrado de más tranquilidad y silencio a los poblados de colonización que circundan a Andújar, donde habitan muchas personas mayores que están muy concienciados con el problema. De momento no se ha detectado casos de coronavirus. La suspensión de las fiestas de San Isidro han quedado ya a un muy segundo plano, a la espera de organizar algún tipo de convivencia en verano, que está en el aire.

El delegado de alcaldía en Llanos del Sotillo, Juan Muñoz, ha detectado una gran sensibilización de sus vecinos ante el confinamiento «la gente mayor es muy respetuosa con el problema, porque ya en su tiempo pasaron por muchas penurias y son bastantes ejemplares y responsables ante las medidas que se han adoptado», señala. Algunos vecinos llegaron a principios de la década de 1960 y varios de sus hijos ya llegan a los 60 años. Las fiestas de San Isidro se han suspendido «si tenemos la oportunidad luego nos juntaremos y tomaremos una cerveza, pero no sabemos cuando», reconoce.

El poblado de Llanos del Sotillo iba a vivir este año un San Isidro muy especial porque iban a acudir los emigrantes que viven en varios puntos de España y además iban a desempeñar los cargos de hermano mayor de San Isidro y de la Virgen de la Cabeza, pero habrá que esperar a otra ocasión «tendremos que resignarnos y cumplir con las autoridades y las leyes», asiente Muñoz. Llanos del Sotillo no se olvida de su vocación agrícola y algunos de sus convecinos plantan sus tomates y pepinos en sus huertos.

Vegas de Triana

El máximo responsable en Vegas de Triana, Antonio Márquez, indica como sus vecinos cumplen a rajatabla el confinamiento y relata como los abuelos no ven a los nietos en semanas, y eso que viven muy cerca «a lo mejor cuando salen al balcón o tiran la basura, aprovechan para verlos por la ventana», cuenta Márquez.

La asistencia médica está garantizada pero «a la hora de pedir cita estamos teniendo problemas pero lo estamos subsanando perfectamente porque el médico atiende sin pedir cita». Solo una persona entra al médico y los que se quedan fuera guardan la distancia social. A la hora de los aplausos, algún vecinos alegran el momento con música. San Isidro se ha suspendido.

De momento no ha surgido un problema de disciplina. El pedaneo piensa emprender los proyectos como el vallado del parque de la entrada y del campo de fútbol y la colocación de un tejado en el consultorio y los vecinos apenan van por Andújar cuando antes era una costumbre. Márquez están en permanente contacto con el Ayuntamiento de Andújar. «Ahora se acumula más basura porque la gente limpia más en las casas y tira más cosas, pero enseguida se retira todo ese amontonamiento», explica Márquez.

El alcalde-pedaneo de Los Villares de Andújar, Miguel Muñoz, dice que todo está controlado «a la gente le está dando por hacer bizcochos y magdalenas en sus casas». En La Ropera se tuvo que suspender su ya célebre procesión de Semana Santa. Familiares proveen en el poblado de lo que necesitan las personas mayores.