Las piscinas públicas gozan en este verano de mayor actividad y afluencia, pese al virus

La ciudadanía quiere volver a disfrutar de las piscinas y olvidar malos tragos, aunque el virus sigue ahí. El regreso de las escuelas de ver ano y las altas temperaturas del pasado fin de semana, han empujado a los iliturgitanos a disfrutar de un chapuzón y de una jornada de ocio con familiares y amigos.

Sellos de calidad

La piscina municipal del Egido del Puente Romano abrió sus puertas para esta temporada estival el día 18 de junio, donde se asegura el cumplimiento de las normas sanitarias para la prevención de contagios, gracias a dos sellos de calidad que certifican el cumplimiento de las exigencias legales técnico-sanitarias:

«Este año se ha realizado un importante esfuerzo en materia de prevención con la limpieza y desinfección diaria, reforzando las zonas comunes y la ventilación de los espacios cerrados», destaca el alcalde, Pedro Luis Rodríguez. Sigue siendo obligatorio respetar las parcelas establecidas para grupos o unidades familiares, el uso de mascarilla a la entrada y salida y la distancia de seguridad entre grupos. La Piscina Municipal abre todos los días de 12 del mediodía a ocho de la tarde, con un horario especial nocturno durante el mes de julio, de 10 de la noche a dos de la madrugada. Para la venta de entradas y bonos se podrá llevar a cabo de manera telemática a través de la plataforma web sporttia.com, con el objetivo de facilitar el acceso a la piscina de una manera rápida y segura. Este verano se denota más alegría y bullicio en la piscina olímpica adyacente a la cubierta. Así lo explica su responsable, Paco Toribio. «El año pasado no hubo campus y muchos menos cursos de natación». En el verano de 2020 apenas acudieron una decena de niños a los cursos, y en esta primera quincena de julio ya se han apuntado unos 200. También se está animando los socios. «Aunque estamos a un 60% de un verano antes de la pandemia», clarifica Toribio. También existe la preocupación de la aparición de algún contagio. «Aunque la gente está sensibilizada y tenemos que saber convivir con todo esto», apunta Toribio, quien confiesa que han vivido un invierno muy duro en la piscina cubierta y en el gimnasio.

La afluencia a las piscinas del complejo Mafema también están siendo apreciables. Aperturó el día 21 de junio y este año los usuarios se están encontrando con el desvío en la carretera de Los Villares de Andújar por obras. La zona ofrece una gran arboleda que propicia amplias zonas de sombras y también se están parcelando los espacios para guardar las distancias de seguridad. Aparte del chapuzón, las personas pueden degustar la más selecta gastronomía de la zona. Cerca hay un campamento de equitación y en un futuro no muy lejano puede haber un camping.