Un roscón y una chocolatada de los comerciantes de la Corredera Capuchinos se dedica al Centro de Acogida de San Vicente de Paúl
La Agrupación de Comerciantes de la Corredera de Capuchinos organizó el pasado sábado un acto solidario que consistió en la degustación de un chocolate y de una porción del roscón de reyes, cuyos fondos fueron a parar al Centro de Acogida e Inserción San Vicente de Paúl
josé c. gonzález
Martes, 20 de diciembre 2016, 13:07
Esta actividad contó con la inestimable colaboración de una pastelería y una churrería de la zona de la Corredera.
La directora de este centro de ... acogida, María del Carmen Arenas, mostró su satisfacción por la respuesta de la gente y por el gesto solidario que han preparado los comerciantes de la zona. «Es una iniciativa muy bonita que a mí, personalmente me encanta, porque siempre me ha gustado trabajar de cara al público y ayudar a las personas en lo que se pueda», confesó Arenas.
María del Carmen Arenas hizo un repaso de lo que está suponiendo este último e intenso trimestre en la vida del centro, donde se combinan la acogida a los temporeros e inmigrantes con el trabajo de reinserción de las personas que están sin hogar.
Constata que el centro se llena todas las noches con las pernoctaciones y durante el día con las comidas que dispensa. Arenas está notando algo más de trasiego de personas este año que en los precedentes. «Este año estamos notando el paso de muchas más personas marroquíes y menos de españoles». Añade en este sentido que apenas encuentran trabajo, en los tajos de aceituna, porque como dice las cuadrillas están ya formadas con antelación. «Suelen recorrerse todos los pueblos, pero el que está empleado en la aceituna es porque conoce al dueño de otros años», precisa la directora del Centro de Acogida e Inserción San Vicente de Paúl.
Programa de reinserción
María del Carmen Arenas hace un balance satisfactorio de como se está realizando el programa de reinserción iniciado en el mes de septiembre. Este año lo están realizando seis personas a las que ve, de momento, muy integradas en el programa que se divide en varios talleres. El principal es el de lavado de coches, donde acude mucha gente del municipio y ahora, las personas que realizan el programa de inserción laboral están exponiendo sus muebles restaurados en los salones de la parroquia de la
Divina Pastora y están confeccionando las felicitaciones de Navidad del centro de acogida. «La gente percibe el trabajo de estas personas, que más que en un centro de encuentran como en una casa», precisó Arenas.
Francisco Berdejo es uno de los responsables de la pastelería que ha puesto su grano de arena en esta iniciativa. Indicó que el trabajo y el coste íntegro del roscón se entregó al Centro de Acogida San Vicente de Paúl, porque entiende que hay mucha gente necesitada. La churrería que hay justo al lado aportó chocolate. Paralelamente se desarrolló un juego de pingüinos navideños.
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