Cortinas Isabel reabre su fábrica a los 3 meses del incendió que asoló sus naves

El pasado viernes 7 de octubre reabría sus puertas, al cien por cien de su funcionamiento, Cortinas Isabel tras resurgir, literalmente, de sus cenizas, después que un incendio asolara la fábrica y pusiera en peligro el trabajo y el esfuerzo de 34 años.

Antonio Expósito, su gerente propietario, tuvo desde el minuto uno lo que él denomina un plan B, que puso en funcionamiento de forma inmediata. A los 21 días ya servía los primeros pedidos y tras 57 días de obra, al pie del cañón, de sol a sol tanto él como sus hijos, Antonio y Sergio, daban por montada la nueva fábrica con la colaboración de todo su equipo de albañiles, electricistas, carpinteros y un largo etcétera.

La nueva maquinaria, en su mayoría de fabricación española y una holandesa, se ponían a pleno rendimiento para no fallar a sus compradores, como a mí no me han fallado los proveedores, pese al inconveniente de estar el mes de agosto de por medio.

Antonio Expósito, que en ningún momento quiso abandonar a sus 38 trabajadores, algunos con 30 años en mi fabrica y enviarles a la suerte del paro, le mostraron su enorme agradecimiento en el acto oficial de la reapertura. "He contado con cero ayudas de las diferentes administraciones, local, provincial y autonómica. La única la de los míos, incluso el delegado territorial de Empleo me dijo que me había adelantado y se me ha achacado actuar demasiado rápido ante unas leyes que para nada sirven en casos como este, que lo único que pretendía era funcionar cuanto antes, indicó el gerente.

El trabajo, que comenzara allá por el año 1982, continúa con el revestimiento de ventanas, "pero siempre buscando y encontrando nuevas alternativas, para las que siempre he encontrado el apoyo de mis clientes", agradeció el alma mater de Cortinas Isabel, una empresa cuya potente actividad empresarial y exportadora no cesará, sin duda, por el empeño y el acierto tanto de quienes dirigen este barco comercial como el apoyo de quien componen la cadena de producción. Un ejemplo de cómo las adversidades pueden superarse y conventirse en un reto a superar.