El Centro de Acogida e Inserción San Vicente de Paúl parte este año con más recursos para atender a los sin techo

El trabajador social, Francisco Cubilla, indica que cinco son las personas que en estos primeros días han solicitado el programa de inserción social, de los que en un principio se van a atender a tres. Especifica que se dan cabida a gente que está en la calle y que «son suceptibles de reinserción», aclara. Los responsables de este centro han detectado que cada vez son más jóvenes con problemas de drogas los que pasan por el centro, aunque la pérdida de un empleo y asuntos familiares son las otras causas de la solicitud al programa de acogida. También han detectado personas sin hogar con algún tipo de enfermedad mental, «esto es un problema, porque estas personas precisan de unos recursos específicos», explica Cubilla.

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Este centro de acogida y de reinserción consta de 14 plazas. La mitad está destinada al programa de talleres que trata de devolver a la vida laboral a quienes se han quedado sin techo y a las restantes que están de paso se les brinda la oportunidad de dormir una noche, comida y aseo, aparte de que cuentan con el asesor del trabajador social.

Los talleres que se orientan a la filosofía de instaurar la dignidad de las personas son el ya tradicional del lavadero de coches que se utiliza por la ciudadanía y los de restauración de muebles, huerto, informática y manualidades. El año pasado se atendieron a 657 personas y se dieron un total de 6.638 comidas.

Este año van a poder acogerse a las ayudas de la Junta de Andalucía, tras dos años sin convocarse. Este centro cuenta con la inestimable ayuda de la Familia Vicenciana y de la Padres Paules. También están estrechando los contactos con los responsables del Ayuntamiento para recabar cualquier tipo de ayudas.