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En el altar del periodismo iliturgitano

Se nos acaba de marchar Pepe Reca Galaso. Y sólo queda dar la noticia, redactar el comentario periodístico, como él lo hubiera hecho ante la muerte de un personaje iliturgitano. Ese es el mejor homenaje a un corresponsal de vocación, decano de la prensa de Andújar que fallecía a los 91 años después que de un modo u otro ha estado ligado al mundo de los periódicos, y al periodismo prácticamente toda su vida.

ALFREDO YBARRA

Miércoles, 11 de mayo 2016, 07:28

Él es el personaje, y él por desgracia el protagonista de este obituario escrito con los ojos prestados de mi mujer, Cabe, que en estos días en que estoy convaleciente de una operación oftalmológica, es mi amanuense más codiciada.

Era tanta la tinta que desparramaba por sus poros, que de sus tres hijos, José Luis, Isabel y Ana, los dos primeros siguen ligados al gusanillo impenitente de la información. Sus hijos una vez pasado estos momentos da recientísima pérdida podrán contar mejor que nadie su biografía, y tantas anécdotas que guardaba en su prodigiosa memoria. Pepe con su paso característico, corto pero expeditivo se andurreaba todo el pueblo, hecho un mozuelo, repartiendo los periódicos de encargo que su madre, que regentaba un importante punto de venta de prensa le encomendaba.

De ahí ya nacía la vocación de apegarse a la información. Su pasión por el deporte, su relación con los periódicos provinciales (en esa avenencia surgida en el establecimiento de su madre) que empezaro, como las agencias de noticias, a requerirle informaciones, especialmente se vinculándose a Ideal, del que pronto sería prior en la corresponsalía, hicieron el resto. Y ahí hemos tenido siempre, como un faro indesmayable y que creíamos eterno, la imagen de Pepe, con su carpetilla debajo del brazo, y en ella su eterno cuaderno donde anotaba el minuto de la falta, o del gol de su amado Iliturgi.

Cuántas veces nos ha recordado a los que hemos seguido esa pasión de comunicar e informar, cómo salía corriendo del viejo San Eufrasio para dar la crónica telefónica del partido y que estuviera en la Hoja del Lunes, y en las radios y teletipos de la época. Y tantas veces nos ha maravillado contándonos aquella anécdota de Campanal, de Arregui, del antipático Di Stéfano,....; de aquella ocasión en que la guardia civil tuvo que defender al árbitro, o "mandarle el recadito de que si no echaba un guantecillo a los de aquí, ellos iban a mirar a los cerros de Úbeda". Luego serían todos esos deportes que también emergieron en la ciudad.

Nos ha puesto delante aquellas escenas, que ya casi nadie recuerda, de estar a pie de noticia, redactarla a máquina de escribir y llevarla "volando" a la parada del autobús para que llegara a tiempo a Jaén (correos no podía ser ante la diligencia que exigía aquel periodismo, que no es de hace tantos años y que yo mismo he vivido). Nos ha pasmado con las anécdotas de aquella toma de Hermano Mayor, de aquel año en que diluvió en los días de romería, para desplegarse el sol cuando la Virgen salía,....., nos ha contado los dimes y diretes de aquel alcalde, o cuando el río se desbordó e inundó las huertas y medio ARASA (el emporio de Argimiro). Pepe estaba allí, menudo, pero atento.

Y se nos ha detenido volviendo la mirada atrás en días corridas de toros, con coches de caballos paseando a los diestros al son de la banda municipal , y donde los representantes en la terraza del hotel la Perla alababan a sus pupilos mientras enseñaban algún que otro sobre. Y se extendía de pe a pá con la Recoronación de 1960, y la que "lió" la mujer de Franco, Carmen Polo, o cuando Camilo Alonso Vega llegaba por Andújar.

Mil historias en que su memoria apabullaba. Luego está su faceta de fotógrafo, dejando un archivo interesantísimo para el patrimonio local. También participó en los primeros tiempos de Radio Andújar y en tantas y tantas cosas y proyectos donde siempre demostró su sencillez y bonhomía.

Una calle, el reconocimiento de la Cofradía de la Virgen de la cabeza de Andújar el nombramiento de Hijo Predilecto, dan una mínima cuenta de que Pepe Reca era, es, un hombre, un personaje, querido y admirado por la gente que sabe de andujanías. Y quienes como yo, amamos la información y el periodismo, lo tendremos siempre en el altar de nuestros más entrañables afectos.

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