Treinta años
Como un suspiro han pasado estas tres décadas desde aquel 12 de abril de 1985 en que Andújar, que por entonces aún era más pueblo que ciudad, fue protagonista durante dos horas en la televisión pública española. Además, cuando TVE era la única cadena que, tanto en su primer canal como en la que entonces llamábamos "la segunda" o "UHF", emitía en nuestro país. Así que la promoción que aquello supuso para lo que ahora se denominaría "marca Andújar" fue brutal. Eran tiempos en los que no existía la globalización, la informática apenas si andaba sus primeros pasos en manos de sus pioneros y las redes sociales no estaban en la imaginación ni del visionario más avanzado.
LUIS MIGUEL PARRADO
Miércoles, 11 de mayo 2016, 09:06
Aquel 12 de abril, a eso de las 17:25 de la tarde, desde los estudios centrales en Madrid se conectaba en directo con Andújar para emitir una corrida de toros, que digan lo que digan y quien lo diga, desde tiempos inmemoriales ha sido el espectáculo de pago que mayor número de espectadores -y con diferencia- ha congregado en esta ciudad desde hace siglos. Curiosamente, a pesar de ser televisado, se llenaron más de tres cuartos de plaza para ver un evento cuya gestación comenzó cuando un empresario joven, Juan Carlos López Delgado, sin anterior experiencia en el tema de organizar toros, se hizo con las riendas de la plaza, que por entonces aún no era centenaria.
Veníamos en Andújar de una época complicada en el tema taurino, porque tras la década de los 70, que había sido maravillosa en cuanto a los festejos que aquí se ofrecieron, con la llegada de los 80 y la venta del inmueble por parte de la familia De la Torre al grupo compuesto por Sayalero y Bandrés, Antonio Peña y Diodoro Canorea entre otros, se pasó del todo al infinito. Hasta el punto de haber años sin festejo alguno, y de darse otros en los que la banda de música era sustituida por un tocadiscos. Tal cual.
A finales de 1983 se organizaron un par de festivales, cuyo éxito artístico y sobre todo económico, hizo que Canorea se echara para delante y ya en 1984 organizase una corrida para Romería y otra en la feria de septiembre. Pero, aún no convencido del todo, en abril de 1985 le cedió al antes citado López Delgado la plaza para ese festejo televisado. Era hijo de Jesús López Blanco, durante mucho tiempo representante de Juan Gutiérrez Puerta, empresario que llevó un gran número de plazas, entre otras Jaén y Andújar en la que había sido su anterior y casi inmediata etapa de esplendor.
El cartel cayó bien entre la afición. Lo encabezaba José Fuentes, el maestro de Linares, que acababa de salir de una muy seria lesión cervical que se había producido al pisar una almohadilla en la plaza de Barcelona temporadas atrás. También se anunciaba a José Luis Galloso, conocido y querido en una plaza como esta en la que había obtenido grandes triunfos. Y para completar la terna, un debutante, Roberto Domínguez, que por entonces arrastraba el sello de eterna promesa que no acababa de despegar, sin que nadie atisbase la figura del toreo en que se iba a convertir apenas dos años más tarde. Los toros, de Alonso Moreno de la Cova, que aunque anunciados como de Palma del Río, llegaron desde la finca "Cueva Plaza", en la conquense Horcajo de Santiago, según me contó hace poco José Joaquín Moreno de Silva, hijo del ganadero titular. La mañana amaneció espléndida y mucha gente, como es costumbre, acudió a ver el "manifiesto" de los seis toros de Alonso Moreno más el sobrero, que era de los herederos de Román Sorando. Se cerraron pronto las puertas de acceso a los corrales esa mañana, que ya sólo pudieron franquear los profesionales, entre ellos Joaquín Jesús Gordillo, por aquel entonces jefe de las retransmisiones taurinas de TVE, y que ese mismo año gestó un proyecto televisivo del que surgió "Tendido 0", uno de los programas más longevos en la historia de nuestra televisión. Su segundo de a bordo, que hizo las labores de apoyo en los comentarios e hizo las entrevistas en el callejón fue Fernando Fernández Román, que ese día transmitió la primera corrida de las muchísimas que locutaría a lo largo de años posteriores.
El primer plano de aquel directo hacía un travelling desde la parte final de la Avenida Plaza de Toros hasta desembocar en el ruedo, donde durante las dos horas y pico siguientes se desarrolló un espectáculo donde la gente se lo pasó en grande. Fuentes, que brindó un toro a Luis Miguel Dominguín, dejó bellas pinceladas de su personal toreo; Galloso cortó tres orejas, y Domínguez sólo una, porque su lote fue el menos potable, con diferencia, del encierro. Ese día la banda de música, además de los correspondientes pasodobles, tocó el himno de la Morenita, costumbre que a lo largo de los años se fue haciendo casi ley y, cuando la corrida acabó, el último plano de la retransmisión mostraba una riada de gente saliendo de la plaza comentando la corrida, y supongo que alguno deseando llegar a casa para que le contaran si había salido en la tele.
Aquel acontecimiento se repitió en 1986, sólo que esta vez más cerca de la Romería, puesto que fue el jueves de ofrenda cuando las cámaras de TVE transmitieron el festejo. Años después, en 1990, 1998 y 2000 también hubo presencia en directo de televisión, sólo que ya a nivel autonómico, con Canal Sur haciéndose cargo de la retransmisión. Pero ninguna de estas tuvo en la ciudad el calado de aquella de hace ahora treinta años y que durante dos horas y pico mantuvo el nombre de Andújar en boca de unos cuantos millones de telespectadores, que se dice pronto.
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