La enfermedad de los conejos frena la caída del lince, pero el águila imperial y el buitre negro alcanzan registros históricos
La menor disponibilidad de alimento está frenando la crecida del lince ibérico en los últimos años. Su principal sustento, el conejo, está padeciendo la enfermedad de la neumonía hemorrágica vírica, que está ocasionando una menor reproducción al tener el lince que moverse por más territorios en busca de alimento.
JOSÉ C. GONZÁLEZ
Miércoles, 11 de mayo 2016, 08:05
El tope se alcanzó en el año 2011 con la existencia de 202 linces en el mayor refugio mundial, según los datos de la revista el 'Gato Clavo'. Los últimos datos hablan de 169, que hablan ya de una bajada significativa, aunque es muy superior a los 59 de 2002, año en los que se pusieron en marcha los programas de conservación.
En estos años se han creado en el parque natural Sierra de Andújar nuevos territorios de lince ibérico en las fincas de Fontanarejo, Risquillo y Ceniceros. Por el contrario, la mayor movilidad de esta especie en peligro de extinción ocasiona el incremento de los atropellos, porque incluso ya bajan hasta las inmediaciones de la Nacional IV. La Consejería de Medio Ambiente está en estos momentos trabajando en los datos oficiales del año 2014, porque su labor se centra en mitigar los efectos de la enfermedad de los conejos.
El polo opuesto
Con el águila imperial y el buitre negro, (especies en peligro de extinción) está sucediendo lo contrario. Aunque el conejo sigue siendo su principal alimento, estas aves gozan de mayor movilidad y han estado sujetas a políticas de cría.
Por ejemplo, en el caso del águila imperial se han pasado de 5 a 18 parejas, en el parque natural Sierra de Andújar. Se trata del ave rapaz más escasa de Europa y en Andújar se ha venido aprovechando estos últimos años de la creación de territorios de conejo.
Este espacio protegido cuenta con una de las colonias más importantes de Andalucía de buitre negro con las 76 que se contabilizaron en 2014, por lo que se ha duplicado su población en los últimos años. El trabajo de conservación de plataformas en los nidos, la recuperación de los pollos y el seguimiento de las actuaciones en la zona de cría y la lucha contra los cebos han propiciado este significativo incremento.
Los distintos programas de conservación han contribuido a la consolidación de la caza fotográfica y en ello ha trabajado la Asociación de Fotógrafos de Andújar (Afoan) que se ha constituido en uno de los grandes embajadores del entorno ya que está atrayendo a turistas de otros puntos del país, que permiten la ocupación de plazas hoteleras en la zona del parque natural Sierra de Andújar.
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