Con todo respeto

En lo que no hay un abismo es en el espíritu de esta asociación y de los miembros que la compone, sean socios, padres o padres-socios. Desde aquel impulso del matrimonio Millán-Miralles a los cientos de padres de hoy, repartidos entre Jaén capital y algunos pueblos de la provincia, como Andújar, nada ha cambiado. Llámese como se llame la asociación en este medio centenar de años, el espíritu y la fe en un proyecto, continua vivo como entonces.

El trabajo de los directivos y personal que ha ido pasando, algunos aún permanecen, es, sin duda alguna un trabajo encomiable, de dedicación plena, pero sobre todo de amor y de entrega. He visto y he vivido, unas veces más de cerca que otras, las mil y una controversias para seguir adelante. Pero ahí siempre ha estado el alma de sus fundadores para luchar y continuar con mayor fuerza si cabe, con el respaldo indiscutible de los padres y socios. La prueba más que evidente, el 70% de las obras de las nuevas instalaciones han salido de sus bolsillos, mientras el 30% lo ponía el gobierno de la Nación y los terrenos, la institución municipal. Ellos son, pues, los auténticos protagonistas de la "foto", que se apropiaron los demás. Ellos y esas personas que se beneficiarán de ellas, son las verdaderas imágenes de un acto que por trabajado, se merecen la primera página de los medios. Cuán difícil es entenderlo así.

Los tiempos que vivimos y encima en periodo preelectoral, que político no se apunta a ser la "estrella" de tan trascendental acto. Somos así, unas veces de forma consciente y otras inconscientemente, pero somos así. El ego nos sobrepasa y mostrarnos como figuras relevantes de algo que nos corresponde o no, nos supera. Nada contra nadie. Sin embargo, deberíamos ser conscientes, a la hora de dar su sitio, de quien es quien en cada caso. Difícil, porque los humanos somos egocéntricos y nos cuesta relegarnos a un segundo plano y dejar en el primero a quien realmente le corresponde. Quien es el humilde que, ante una foto de las denominadas de "familia" no trata de colocarse en primera línea. Pues bien, eso creemos que ocurrió aquí. Queriendo o sin querer, se convirtieron en protagonistas quienes no lo eran o al menos no lo eran tanto. Eso ocurrió aquí y ocurrirá allí, cuantas veces se trate de lucir medallas que no nos corresponden o no nos merecemos en demasía.

Pese a todo y a todos, mi enhorabuena a APROMPSI, que cincuenta años no son nada.