De día y de noche, en el ferial o en Colón. Diversidad de opciones para disfrutar de la Feria

Desde por la mañana los mejores ejemplares de pura raza española pudene ser contemplados en Anducab. Un evento que ha traspasado las fronteras de la comunidad andaluza y es ya todo un referente a nivel nacional y que continúa expandiéndose obteniendo la categoría de internacional. El encanto de este espacio verde junto al centro de la ciudad hace que aficionados y entendidos en el mundo del caballo confluyan. Una oferta que es complementada con espectáculos, concrusos y exhibiciones que lo hacen aún más atractivo.

De una parte a la otra de la ciudad. Los toldos instalados por el consistorio andujareño que, previsores de las altas temperaturas que acechan la celebración de esta edición, ofrecerán sombra en un espacio tan abierto como el ferial. En la zona donde se ubican las casetas sus invitados no tendrán que temer tanto a 'Lorenzo' durante la jornada de día en, una apuesta por incentivar el paseo y la atracción de los vecinos a las casetas donde se degustan excelentes platos.

Si bien hace unos años la novedad era el agua pulverizada casi la totalidad de las casetas cuenta con aire acondicionado, un bien muy preciado que buscan sin duda los amantes de la feria de día para disfrutar de forma más relajada y amena.

No faltará por el ferial sobre todo antes de la caída de la tarde los paseos de caballos y el recorrido incesante de enganches por el ferial. Ofreciendo un espectáculo de dedicación y ciudado por el sector ecuestre tan reforzado en el municipio. En este sentido el sector del caballo era uno de los que más demandaban este tipo de iniciativas para quitar calor que no calidez al ferial.

Los más jóvenes se agolpan en casetas que demuestran, cada año, que la feria también es una apuesta de calidad por el ocio con performances, fiestas temáticas que divierten y entretienen a una juventud que no solo sabe divertirse a golpe de cubata y chupito.

El día se tornará noche en el ferial con el ocaso y con los sones de las orquestas que, desde las casetas más tradicionales, hacen sacar de sus asientos a equellos que llevan todo un año esperanto esta cita. Entre barras y albero las charlas distendidas se alargarán. Los niños sorprendidos por la multiplicación de formas y colores que se mezclarán con los gritos de los adolescentes que, atraidos por la adrenalina buscan las atracciones de acción. Y, entre pasodobles y algodón de azúcar los jóvenes verán el amanecer de nuevo entre las paredes de las casetas en donde distrutarán dentro y fuera de conciertos y espectáculos de carácter gratuito. Una variedad de espacios y tiempos que conforman la idiosincracia de la que es nuestra feria.