Pablo Fernandez-Crehuet, especialista en Dermatología del Alto Guadalquivir; “El daño solar es acumulativo, no sólo cuenta el del último año, sino el recibido durante toda la vida”
Nuestra comarca se halla en una zona en la que disfrutamos de más de 270 días de sol anuales, de media. Esta realidad ha moldeado nuestra cultura y forma de ser, pero, ¿es siempre la luz solar beneficiosa? El responsable del proceso Cáncer de Piel del Hospital Alto Guadalquivir, especialista en Dermatología, Pablo Fernández-Crehuet, nos da las claves de cómo podemos disfrutar del astro rey de una manera saludable, incidiendo en la prevención del melanoma a través de la fotoprotección.
IDEAL Andújar
Miércoles, 11 de mayo 2016, 08:47
P.- Aunque el sol es necesario para la vida, globalmente beneficioso y nos produce sin duda una evidente sensación de bienestar, sabemos que una exposición excesiva tiene efectos nocivos. ¿Cuáles son esos peligros cutáneos?
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R.- Efectivamente, tenemos la suerte de vivir en una zona geográfica rica en luz que se traduce en alegría, vitalidad y bienestar pero no todos los efectos de la luz solar son positivos. En los últimos 50 años se ha producido un claro aumento de cáncer de piel a nivel mundial. En España, las tasas de incidencia de melanoma se han triplicado en las dos últimas décadas en ambos sexos, siendo más elevada en mujeres. La tasas de cáncer cutáneo no melanoma se han duplicado en este mismo periodo, siendo más elevada en varones. Se estima que una de cada seis personas padecerá un cáncer de piel a lo largo de su vida. El envejecimiento de la población, la reducción de la capa de ozono y los hábitos de vida al aire libre, predicen un empeoramiento de la situación. Sufren más riesgo las personas de piel y ojos claros, con muchos lunares u otras circunstancias como pacientes trasplantados en tratamiento inmunosupresor. El fotoenvejecimiento se acelera y aumentan las reacciones de fotosensibilidad, a menudo relacionadas con algunos fármacos de uso frecuente como antiinflamatorios o antibióticos. Además de los efectos nocivos sobre la piel, la excesiva exposición solar pueden provocar cataratas y otros trastornos de la vista e inhibición del sistema inmunitario.
P.- ¿Qué tipos de cremas o pantallas fotoprotectoras existen y cuál es la manera correcta de emplearlas?
R.- Uno de los tipos son las pantallas o filtros físicos. Son los ideales para niños, especialmente si tienen la piel sensible o irritable. Actúan como barrera ya que reflejan y filtran el 99 por ciento de los rayos UV. Aunque tienen el inconveniente de no ser muy estéticos, ya que dejan película blanca sobre la piel año tras año se va mejorando su textura.
El otro tipo son los fotoprotectores químicos. Son los más utilizados por su buena cosmética. Filtran por absorción y ya vienen combinados varios para cada espectro de radiación. Hoy día encontramos una amplia gama de fotoprotectores más o menos fluidos e incluso especiales para ciertas zonas como el cuero cabelludo.
Debemos aplicar un protector solar de amplio espectro con un Factor de Protección Solar (FPS) nunca por debajo de 30 cuando se esté expuesto al sol y 20 ó 30 minutos antes de salir al aire libre, para que se tenga tiempo de absorberlo. Es importante no olvidar ciertas zonas, como orejas, labios, alrededor de los ojos, la zona calva de la cabeza y la nariz, y renovaremos el protector solar cada dos horas, incluso en días nublados y después de sudar y bañarse.
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P.- ¿Cuál sería la crema fotoprotectora adecuada para niños pequeños?
R.- Hay que considerar a los niños pequeños como personas de riesgo solar elevado. Su piel es fina y delicada y no están preparados para resistir al sol como en los adultos. Se debe evitar la exposición directa en menores de 6 meses. Está demostrada la vinculación de las quemaduras solares en esta edad, con el desarrollo de cáncer de piel en el futuro. Esto es lo comúnmente conocido como "efecto memoria de la piel". Por tanto debemos usar con ellos, filtros o pantallas solares de factores muy altos, correspondientes a FPS de 30-50 o más. Además, un bebé o niño pequeño no deber ser expuesto jamás al sol en las horas críticas del mediodía, vistiendo también camiseta, gorra y gafas de sol. Es conveniente enseñar normas de seguridad solar a temprana edad y dar ejemplo a los hijos, pues es la mejor etapa para adoptar conductas de prudencia y así tener una población sana y concienciada en el futuro.
P.- ¿Puede explicarnos qué es el "efecto memoria de la piel"?
R.- El daño solar es acumulativo. Hay que entender que no solo cuenta "el sol del último verano" sino el recibido durante toda la vida.
P.- ¿Qué tipos de cáncer de piel hay?
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R.- Existen numerosos tipos, pero por frecuencia se reducen a tres separados en dos grupos:
El cáncer cutáneo no-melanoma, entre los que se encuentra el Carcinoma Basocelular y el carcinoma Espinocelular. Sobre el Carcinoma Basocelular se puede decir que es el tipo de cáncer más frecuente. Rara vez compromete la vida, ya que crece lentamente pero puede provocar importante destrucción local, al ubicarse habitualmente en zonas comprometidas de la cara. Debe ser tratado porque siempre avanza a la infiltración, destruyendo todo lo que encuentra a su paso.
Acerca del Carcinoma Espinocelular, es el segundo en frecuencia y suele localizarse en labios, orejas, dorso de manos y otras zonas. A diferencia del anterior, éste sí puede invadir ganglios linfáticos y órganos internos.
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Por otro lado, existe el melanoma. Es menos frecuente pero el de peor pronóstico, excepto que se detecte a tiempo y por tanto pueda resolverse satisfactoriamente (de ahí la importancia de la prevención y el diagnóstico precoz). Pueden originarse sobre lunares o nevos (tumores benignos de piel) preexistentes. Aquí estriba la importancia del control de éstos.
P.- ¿Cómo saber si un lunar es benigno o maligno?
R.- En la mayoría de los casos, el examen clínico es suficiente para saberlo. En muchas ocasiones el dermatólogo se apoya en la dermatoscopia, que es una técnica óptica especial. El diagnóstico definitivo se realiza mediante la extirpación o biopsia y estudio al microscopio.
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Llamaremos nevo atípico a aquel lunar que presenta cambios que lo hacen sospechoso y que motivan que sea visto por un dermatólogo. Son los signos ABCDE: asimetría, bordes irregulares, coloración heterogénea, diámetro mayor a 6 milímetros y elevación de parte de su superficie. Otros cambios a tener en cuenta son el crecimiento excesivo en poco tiempo, el picor, dolor o sangrado espontáneo.
P.- ¿Es el sol actual más peligroso que nunca?
R.- La pérdida de la capa de ozono de la atmósfera influye negativamente pero no tanto como las distintas modas y tendencias. El deseo de bronceado, signo de belleza, salud e imperativo social intransigente, es mucho más responsable del aumento de la incidencia de cáncer cutáneo que todo el cambio climático. Algunas personas, que podríamos llamar "tanoréxicas", sienten tal compulsión por el bronceado que les lleva a exposiciones abusivas durante el periodo vacacional y a frecuentar las cabinas de UVA durante el resto del año, corriendo riesgos no suficientemente valorados. Poco a poco la sociedad va tomando conciencia y ya es frecuente ver a personas famosas como deportistas, actrices y cantantes participando activamente en las campañas de fotoprotección si bien es cierto que aún queda un largo camino por recorrer en la gente joven.
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P.- ¿Desaconseja entonces el uso de dichas cabinas?
R.- Las cabinas de rayos UVA suponen un negocio muy rentable. Se calcula que usa estas cabinas uno de cada cuatro ó cinco individuos, siendo la franja de edad más común la de 20 a 30 años. Uno de cada ocho usuarios reconoce además que toma estos rayos artificiales durante todo el año. Apenas quedan ya peluquerías, centros de estética y belleza o gimnasios que no dispongan de una cabina de rayos UVA, además de las numerosas franquicias que se han instalado en todo el país. Los filtros de estas máquinas eliminan de entrada, las radiaciones UV de tipo B, las que más perjudican a la piel, y que sólo dejan pasar las de tipo A, responsables del bronceado.
Pero los UVA tampoco son inocuos, provocando un envejecimiento prematuro de la piel y lesiones precancerosas. Con el paso del tiempo, si su mantenimiento no es correcto, los filtros de estas máquinas pierden eficacia empiezan a emitir cantidades excesivas de rayos UVB, muy nocivos para la salud. La normativa vigente en nuestro país se incumple de forma habitual en estos negocios. Es generalizada la falta de información obligatoria visible o entregada al usuario, informando acerca de riesgos para la salud y precauciones a seguir, no se comprueba el fototipo de piel ni se suele preguntar por patologías previas. La ley establece que en ningún caso podrán los centros de bronceado hacer referencia a efectos curativos, preventivos o beneficiosos para la salud generados por la exposición a rayos UVA. Se debe insistir en el uso siempre de gafas de protección homologadas para este tipo de uso. Está prohibida su utilización a menores de 18 años. Los empleados de estos locales también carecen a menudo de los cursos de formación que la ley obliga. Por tanto, mientras el cumplimiento de esta normativa existente no se generalice, sí, desaconsejo el uso de estas cabinas de rayos UVA.
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P.- ¿Qué otras precauciones podemos tomar frente al sol?
R.- En resumen, como medidas básicas frente al sol podemos citar:
- Aplicar generosamente crema de FPS igual o superior a 40, media hora antes de exponerse al sol: no hay que hacerlo solo los primeros días de playa o piscina, es necesario hacerlo siempre que nos expongamos de forma directa al sol. Reaplicar tras los baños, la sudoración y cada dos horas de exposición.
- Evitar tomar el sol en las horas en las que más calor da, es decir, entre las 12 del mediodía y las 16 horas de la tarde.
- Evitar ponerse prendas que dejen al descubierto zonas especialmente sensibles al sol como pueden ser los hombros o el revés de las rodillas.
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- Usar gafas de sol, camiseta y gorra o sombrero.
- Evitar la exposición de los recién nacidos y extremar las precauciones en los niños.
- Tras una larga exposición al sol es necesario hidratar la piel así que lo ideal es ducharse e inmediatamente después echarse crema hidratante.
- Beber agua o bebidas isotónicas para evitar la deshidratación.
P.- ¿Se han detectado muchos cánceres de piel en nuestra comarca que se hayan operado en el centro hospitalario andujareño?
R.- En el Hospital Alto Guadalquivir se han intervenido desde sus inicios más de 1.800 tumores malignos de piel. De ellos, 1.520 son epiteliomas basocelulares, 218 carcinomas epidermoides, 58 melanomas y los 52 restantes corresponden a otro tipo de tumores.
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