Había ganas de Romería
Demostrado queda que es el factor meteorológico el que influye, sobre todo en la asistencia de número de romeros a la Basílica Santuario de la Virgen de la Cabeza en Sierra Morena. Ni tasas, ni crisis son el factor determinante, aunque sí que pudiera influir en algo, pero bastante menos de lo que se piensa y se dice. Este año había ganas de romería, después de varios años en que una climatología adversa no hizo posible un desarrolló normal, ni en el Cerro, ni en Andújar.
ISABEL RECA
Miércoles, 11 de mayo 2016, 07:39
Se vio ya con el jueves de la ofrenda floral, que ni los chapetones impidieron que fuera multitudinario. Siguió un todavía más multitudinario viernes de la cofradías en el que aumento el numero de las que hicieron su entrada, a demás de un ambiente extraordinario de diversión. El sábado, mejor imposible. Los caballistas se enseñorearon en su transcurrir por la sierra, hasta llegar primero a un Lugar Nuevo, con miles de romeros que vivieron sin prisas, hasta cumplir horarios, con la jornada. Al domingo, el gran día de la romería no se le pudo pedir más, sol y buena temperatura y hasta una brisa serrana que se agradecía.
La madrugada se vivió entre rezos, cantos y bailes, mientras en la carretera, no cesó ni un solo momento, el fluir de vehículos. Todo ello desembocó en un amanecer glorioso. Fue una incesante llegada de peregrinos y romeros. La estampa que ofrecía el corazón del Cerro se asemejaba a la de muchos años atrás, a la que hubo que sumarle, por apoteósica, la del paso de la imagen de La Morenita por la ciudad de las carretas. Si los caballistas no tuvieron prisas en atravesar la sierra, los anderos tampoco la tuvieron en hacer el recorrido procesional bajo las andas.
Pero han existido más imágenes que trascienden al transcurrir de la Romería y que cuando son notables hay que dejar constancia de ellas, como hay que hacer critica cuando no lo son. La Cofradía Matriz ha dejado ver su tesón en la llegada a Lugar Nuevo, en hermandad, como la entrada en el Cerro o en su casa de cofradía. Más impactante, si cabe, lo fue, la presentación ante la Santísima Virgen de la Cabeza, con unas gargantas incansables. Y también, la Comunidad Trinitaria, custodia de la imagen dejó testimonio de su quehacer, cual es la devoción, con un Rosario nocturno, con participación de absolutamente las cofradías y en número muy considerable de romeros.
Todo transcurrió con absoluta normalidad, gracias a quienes en mayor o menor medida se implican en que así ocurra. Qué importa la cifra, arriba o abajo. Lo importante es que había ganas de Romería y se disfrutó.
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