La crisis provoca la llegada de más niños a la colonia de verano de Cáritas de la Divina Pastora
La llegada de más familias necesitadas a Cáritas de la parroquia de la Divina Pastora ha supuesto la llegada de más niños a la colonia urbana de verano que trabaja con familias que están sufriendo los efectos de la crisis económica. Este año participan 24 chavales, por lo que se ha superado la media de los últimos años, donde asistían entre unos 18 y 20 niños. Un total de 40 voluntarios trabajan de forma desinteresada en esta colonia de verano, que tiene como finalidad la resocialización de unos chavales, cuyas familias están pasando por serios apuros. Por ejemplo, Cáritas de la Divina Pastora ayuda a unas 70 familias, cuando antes de la crisis apenas se llegaba a la mitad.
JOSÉ C. GONZÁLEZ
Miércoles, 11 de mayo 2016, 08:04
Este año se han querido introducir algunas novedades como la visita al parque de bomberos, para darles a conocer a los chavales los recursos de los que dispone la ciudad de Andújar. En la presente edición se han incorporado nuevos voluntarios jóvenes, que se afanan en sus atenciones con los chavales de estas familias necesitadas.
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José Antonio, uno de los voluntarios, destaca el grueso de actividades que se desarrollan desde primeras horas de la mañana, hasta por la noche. Arrancan con una oración y un desayuno, a los que siguen las actividades extraescolares, las manualidades, el teatro, la expresión corporal, las visitas a la piscina y las excursiones, como la que se hizo el miércoles al parque acuático de Córdoba. Esta labor tiene su continuación en el invierno, con el refuerzo escolar que se le dispensa a los chavales en la parroquia.
Testimonios
Los jóvenes monitores están cerca de estos chavales. José Antonio Carrasco, de 18 años, indica que les coge más cariño a los jóvenes que van a la colonia. Daniel dice que es su primer año y confiesa que es positiva la experiencia, "porque te sientes muy realizado". Carmen ayuda a los chavales a relacionarse mejor entre ellos y a educarlos en los valores del respeto y del compañerismo. María Jesús se llena de satisfacción cuando se encuentra con los niños por las calles y le recuerdan su experiencia positiva de la colonia. "Es una etapa de la vida que les marca", remarca esta joven voluntaria. Raquel añade ahonda en la fácil adaptación de los niños. "Ésto termina enganchándote", admite. A estos jóvenes se unen las cocineras y los monitores de los distintos talleres.
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