Manda la tradición

El que no quiera verlo, que no lo vea, pero es negar la evidencia. Esta Romería de 2013 hemos vuelto a vivir los iliturgitanos y los que llamamos forasteros, los modos y costumbres que avalan la tradición. Aquí se ha demostrado, por activa y por pasiva, que nos gusta que la Hermana Mayor de la Cofradía Matriz sea la mujer, si se me permite la señora, del Hermano Mayor. Eso, sin menosprecio a la igualdad entre hombre y mujer, ni desprecio a la paridad y, mucho menos a los derechos, pero también deberes, iguales, de ambos, ante la ley, las normas o el Derecho Canónico. Que nadie se rasgue las vestiduras, ni eche mano de términos despectivos por ello. La realidad es la que es, guste o no a algunos, sin que por ello se deje de ser más actual.

ISABEL RECA

Miércoles, 11 de mayo 2016, 08:36

Todo eso está muy bien y es loable, estamos en otros tiempos, dirán algunos, pero a la hora del costumbrismo y las tradiciones, gusta hasta el vocablo "hermana mayora" de antaño. Manoli Collado ha desempeñado su papel como aquellas que dejaron su huella en la Matriz y no precisamente como "consortes". Me alegra una enormidad que hasta en los modernos blogs se recoja con entusiasmo lo que ha significado, para esta romería la figura entrañable de Manoli. Su sencillez, su saber estar, su cercanía, su trato con propios y ajenos y hasta sus lagrimas, han sido la imagen de la Mujer, así con mayúscula, que ha vivido junto a su marido José Carlos Millán y su hija Manoli, de corazón, una feliz romería, sin que fuera sólo una frase hecha.

Hasta su aire en el mulo, sentada en su jamuga era el aire fresco que necesita la hermandad, en medio de posturas intransigentes. Ella ha sido, así lo corroboran muchos, el nexo de unión entre la cofradía y el pueblo, la estampa viva de una romera de pro y como ella misma ha dicho, "si he servido para transmitir mi fe y alegría a todos y he llevado la felicidad, por unos días a cuantos lo están pasando mal por cualquier causa, me doy por satisfecha". Y por satisfechos se dan muchos de los que sienten la devoción por la Virgen de la Cabeza y su Romería, por haber disfrutado de una hermana mayor como Manoli Collado.