Nuestros orígenes

Con esta teoría, ocurrió que ya Los Villares de Andújar dejaron de tener protagonismo, salvo para rehabilitar viejas casa y convertirse poco más o menos en viviendas para residentes que querían vivir en Andújar, pero fuera del casco urbano. Y no se buscó más, comenzó a extenderse lo de andujareños, con sólo unos poquitos defensores de iliturgitanos y la voz más autorizada, hasta el momento y mientras no se demuestre lo contrario, del profesor iliturgitano, lingüista y con cátedra en la Universidad de Málaga, Francisco Manuel Carriscondo.

Pero he ahí que un día, el progreso, la instalación de unas torretas de electricidad, se toparon con que por donde abrían un "agujerito" aparecían "cositas extrañas", que estaban muy bien conservadas y que bien pudieran ser, si a los expertos los dejan trabajar en ellas, que pudieran ser nuestros orígenes. Es decir la ciudad iberorromana, origen de nuestro ser y de nuestra historia, está en Los Villares.

Pero han aparecido en la peor época económica que nos ha tocado vivir y que tampoco es plan de quitarle protagonismo a otras ciudades, incluso de la propia provincia jiennense. Por ello, a taparlo y se acabó la historia. Sin embargo siempre hay alguna voz que se alza por lo propio y un comisario, experto en patrimonio que ya ha recuperado "algunas cosillas" por lo que se ha llegado, de momento a que todas la fuerzas políticas locales, empujados por los Amigos del Patrimonio hayan pedido a la máxima autoridad en este tema, o sea la Junta de Andalucía, que nos dejen sacar a flote nuestros orígenes.

Con sensibilidad, la firma eléctrica dispuesta a desviar su trazado y a ayudar a quitar la tierra de encima. ¿A que se espera para crear un campo de trabajo ya? ¿Qué pasen tres años, para ver si otros se apuntan el tanto? A lo mejor habría que buscarle un motivo emotivo, para que la población, que puede volver a ser iliturgitana, se sensibilice con su historia, que no es unidireccional.