La miel y el aceite de oliva se constituyen en el gran patrimonio natural y saludable de la zona

Una de las ponentes, la enfermera de la consulta de Cardiología del Hospital Alto Guadalquivir, Gracia López, se encargó en su ponencia de sensibilizar sobre la prevención e identificación a la gente joven de transmitir en su entorno de los factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares. Aseveró que la dieta mediterránea es uno de los que frenan estas anomalías. «Aderezada con aceite de oliva virgen extra las puede reducir en 30% y en el caso de la rinopatía diabética hasta un 40% si se acompaña de un dieta baja en grasa», detalló López.

Esta agente de salud se aferra a estudios oficiales avalados mundialmente a nivel científico, «además este aceite es patrimonio nuestro y tenemos que divulgarlo y da la sensación que no le damos el valor que se merece», apunta. Sobre la miel ensalzó las bondades que posee la que se extra en la serranía andujareña, que además es abundante y con cierto renombre, «es una miel que no tiene un proceso de alteración como otras», ponderó. Le atribuye una gran importancia al profeso de control de elaboración de la miel.

Propiedades

La doctora en Biología de Centro IFAPA de Venta del Llano, Mari Paz Aguilera, abunda en estas propiedades y coincide en señalar que tanto la miel como el aceite de oliva virgen extra actúan como antioxidantes. En el caso de la miel da un paso más, porque incluso reseña que actúa como factor curativo en el caso de las cicatrices. Ella se encargó de glosar las cualidades de todas las variedades del aceite.

Aguilera participó en un taller donde se aderezaron varios productos con miel y aceite de oliva junto con la repostera y profesora Rocío Arroyo, quien los catalogó como dos elementos indispendables para la alimentación, el aceite y la miel casan para cualquier producto, ya sea dulce o salado», afirmó.