Las lluvias traen alivio a una zona necesitada, pero sacudida por lo sucedido en otras partes

Un sentimiento ambivalente y de contrastes embargan a la ciudadanía y a los principales activos del sector primario y ganadero, con una gran prevalencia en el devenir del municipio andujareño.

Las últimas lluvias han activado el campo, la ganadería, la caza mayor y la apicultura, que se veían disminuidas por la sequía de los últimos años. Pero este hecho esperanzador contrasta con la desolación de la ciudadanía, que se ha conmocionado, como resto del país, con la tragedia y el drama que ha generado la DANA, principalmente en la zona del levante español. Pero también, hay quienes alertan de que la amenaza de inundaciones está presente en Andújar.

En lo que va de año hidrológico, que se inició el pasado 1 de octubre, ya se han registrado 102 litros de agua en Andújar, casi una tercera parte de media de los tres últimos años. Algo más de la mitad se han computado en esta semana, fatídica pata otros sitios. El campo de la zona ha sido el gran beneficiado, aunque se ha dado una circunstancia; la capacidad del embalse del Jándula se ha mantenido en el 58%, porque las precipitaciones en la sierra han sido más bajas.

El colaborador de la Agencia Estatal de Meteorología, Antonio Lomas, indica que las fuertes precipitaciones de Valencia se han producido por un fenómeno natural que suele producirse en las costas del Mediterráneo, «son descuelgues de borrascas aisladas que se mezclan con los vientos más secos del Levante y con la humedad de los mares». Por ejemplo, estas lluvias no se dan en zonas del interior como la de la provincia de Jaén.

El delegado local de Asaja, Miguel Girón, ya vaticina que la campaña de la aceituna será media-alta y habla de los enormes beneficios que ha traído las lluvias para la ganadería, con la generación de pastos. «Ahora si que vamos a disfrutar de un gran otoño con el verdor de nuestros campos», se congratula Girón.

UPA

El delegado local de UPA, Juan Santamaría, constata que el olivar de riego está en un nivel óptimo, aunque matiza que el olivar de secano no se va a recuperar del todo. Tanto la Unión de Pequeños Agricultores, como el propio Santamaría, siempre han sido muy beligerantes con el tema del río y las inundaciones que ha sufrido el municipio . En este sentido, alerta que cuando venga un ciclo de lluvias puede repetirse los episodios de inundaciones, «el río cada vez tiene menos caja y arrastra más barro, por lo que está peor que nunca». Santamaría lamenta que no se haga nada por atajar la situación.

Por otra parte, ya han comenzado las obras de acondicionamiento. Ayer jueves, el concejal de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, Emilio Rodríguez, mantuvo un encuentro con representantes de la plataforma Un Paseo por la Ribera del Guadalquivir, para informarles de los pormenores de los trabajos que se engloban en el proyecto 'Besando. Abrazando el Guadalquivir' cuyos fondos provienen del programa Next Generation.

Apicultura

Uno de los sectores más beneficiados por las últimas precipitaciones es el de la apicultura, con una gran implantación en el municipio. El iliturgitano Tomás Torralba es responsable provincial del sector apícola en la COAG. Constata que las lluvias vienen bien para las colmenas, y cree que el campo se está preparando para una buena primavera, pero objeta, «las lluvias tienen que ser más continuadas, pero esperamos una mejor cosecha en los últimos años», de ahí que no quiera echar las campanas al vuelo, porque espera más lluvias.

Javier Sanz, exponente de una saga de apicultores estaba ayer consternado por lo sucedido, pese a las beneficiosas lluvias de la zona. «Hay compañeros que han perdido las colmenas en Málaga por las lluvias y no me olvido de la desgracia de Valencia, donde viven familiares de mi padre donde nos cuentan que todo es dantesco». Pero por otra parte, se muestra aliviado de que las lluvias en Andújar están alimentando las colmenas.

Otro sector beneficiado es el de las monterías. José Santiago Vicaria es uno de los responsables de una organización montera de Andújar, recuerda que la sequedad de los últimos años estaba restando actividad a las monterías porque las rehalas eran las grandes perjudicadas, «hemos tenido un principio de otoño muy bueno», apunta.

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