Un letrado andujareño consigue el primer desalojo cautelar de unos 'okupas' en Jaén

El abogado iliturgitano, Miguel Ángel González de Miguel Guerrero, ha consumado el primer desalojo cautelar inmediato de unos 'okupas' en la provincia de Jaén. La novedoso del caso reside en la extrema rapidez con lo que la justicia ha actuado en este caso. Es el segundo que se ejecuta en Andalucía, tras uno realizado en la ciudad de Marbella.

El letrado indicó que el lanzamiento urgente se llevó a cabo en solo seis días desde que se iniciara el auto en una vivienda de un hombre de avanzada edad en la calle Severo Ochoa de la capital jienense. El juez magistrado del Juzgado de Instrucción nº 2 de Jaén, Antonio Valdivia Milla, aceptó la medida cautelar urgente denominada 'Inaudita Parte' solicitada por Miguel Ángel González de Miguel Guerrero al amparo de la nueva Instrucción 1/2020 de la Fiscalía General del Estado, de 15 de septiembre, representando a unos clientes que contactaron con el portal web www.abogadodedesahucios.es

Este abogado de Andújar señaló que los 'okupas', antes de irse, destrozaron gran parte del mobiliario y llevaron todos los electrodomésticos de la vivienda. «Dejándola en condiciones verdaderamente insalubres e infrahumanas», deploró González de Miguel, quien no ha dudado en presentar denuncia por daños a la propiedad y hurto. Miguel González de Miguel ha indicado que hasta la fecha se tenía que esperar un año, como mínimo, para desalojar a alguien que cometía un delito de usurpación o un allanamiento de morada. «Y ahora solo hemos esperado unos pocos días», explicó a IDEAL. Los hijos del propietario de la vivienda contrataron a Miguel. Su lanzamiento se trató de una primera prueba desde que saliera la Instrucción, que resultó ser exitosa.

La Fiscalía General del Estado sacó una instrucción para que no se produjera una sentencia, debido al gran número de ocupaciones ilegales que se estaban produciendo en España. En Andújar suelen proliferar en la zona de Las Viñas y los propietarios andan impotentes porque aún no consiguen que las personas que han ocupado su residencia se marchen.