Jesús del Gran Poder recorre el centro de la ciudad en un Vía-Crucis sin precedentes en el seno de la cofradía

Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, volvió transitar por las calles de la ciudad el pasado fin de semana en un Vía Crucis sin precedentes con tintes piadosos, ya que se desarrolló por el fin de la pandemia y para implorar por el fin de los conflictos bélicos en el mundo. La solemnidad del cortejo conmovió a su paso por el silencio que contrasta con su poderío desgarrador de su estación de penitencia en la noche del Jueves Santo. Representantes de la comunidad parroquial de San Miguel Arcángel y diferentes congregaciones y entidades religiosas como Cáritas, Manos Unidas o Conferencias de San Vicente de Paúl, participaron en el rezo de las distintas estaciones del Vía Crucis por las calles céntricas.

Durante el itinerario, las andas se acercaron a la Casa Hogar de Cáritas 'Andrés Cristino' y a la capilla de la residencia de San Juan de Dios, sede de la Hermandad de las Angustias, lugares donde los mayores han sufrido, de forma especial, las consecuencias de la crisis sanitaria.

Por la paz

En este acto público se pidió por la paz en el mundo, «tras unos meses tan complicados para toda la sociedad, existe una necesidad real de reencontrarse con el Señor, y este acto nos ayudó a intensificar nuestra oración durante la Cuaresma», constató el hermano mayor del Gran Poder, Rafael Martínez, quien recordó que en los 50 años de vida de esta cofradía, nunca se había desarrollado un Vía-Crucis de estas características. Jesús del Gran Poder fue portado en andas y acompañado por música de capilla.

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