El iliturgitano convertido en pianista del Ballet Flamenco de Barcelona

El iliturgitano Alejandro Martínez se ha convertido en pianista del Ballet Flamenco de Barcelona. Ha llegado lejos en este mundillo porque siente la música desde lo más profundo de los poros de su piel.

Alejandro ya deleitó a su vecindad de la Corredera Capuchinos andujareña tocando el piano desde su balcón durante los días duros del confinamiento. Desde muy pequeño le ha profesado una especial pasión por todo lo relacionado con las notas musicales.

Inicios

Sus primeros pasos fue en el Conservatorio Elemental de Música de Andújar para cursar el grado profesional en los conservatorios de Linares, Jaén, Aragón y Córdoba, así hasta tener la carrera de Piano con Máster en la Enseñanza Artística Superior, estando en la actualidad cursando el Máster de Interpretación Solista en el Centro Superior Katarina Gurska de Madrid.

Ante la necesidad de un pianista, el Ballet Flamenco de Barcelona lo requirió para actuar en Bulgaria. La experiencia musical ha sido muy positiva tanto a nivel personal como profesional. «Ya que ha sido mi primera salida internacional, teniendo previsto actuar en Rumanía, Serbia y en España en los próximos meses», afirma Alejandro. El Ballet Flamenco de Barcelona lleva en su repertorio tangos, seguiriyas y alegrías entre otros palos; un equipo formado por, además de un piano, dos guitarras, caja, un cantaor y seis bailaoras. «Esta experiencia ha supuesto encontrarme con una nueva forma de interpretar, entender mejor este tipo de música que es el flamenco ya que ofrece una serie de posibilidades, te exige mucho», destaca el músico iliturgitano.

Martínez destaca la convivencia del grupo y el compromiso de todos por hacerlo bien como trabajo y como arte, «en donde el público búlgaro se ha mostrado muy agradecido», apostilla.