El humanismo de Enrique Toral
OPINIÓN ·
«Así, era, ante todo, un hombre bueno y defensor del saber por encima de cualquier otra cosa»OPINIÓN ·
«Así, era, ante todo, un hombre bueno y defensor del saber por encima de cualquier otra cosa»ALFREDO YBARRA
ANDÚJAR
Domingo, 1 de diciembre 2024, 11:44
No sé por qué me ha venido a la memoria la figura de Enrique Toral Peñaranda, del que en la última etapa de su vida valiosamente aprendí y gocé de su consejo y amistad. Supongo que porque en estos días he hablado con dos viejos amigos de cómo nos hemos alejado de una cultura instruida y sustancial, la que garantiza el acercamiento a un racionamiento crítico de gran espectro.
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Hoy, por todas partes, lo que llamamos cultura es en gran medida una fórmula superficial, banal, lisonjera, floja, sin entronque alguno, donde sobresalen muchos avispados, no precisamente los más cultos, que se encaraman a sus capiteles. Y precisamente Enrique Toral (1920-2013), tan vinculado a Andújar y a la provincia de Jaén por su actividad intelectual y por ser hijo del escritor José Toral y Sagristá (Andújar,1874-Madrid,1935) es fiel representante de un perfil de prohombres ilustrados, que a fuerza de ponderar la realidad desarrollan una personalidad eminentemente ética, cercana y de trato siempre atento.
Así era, todo un hombre bueno, amigo y defensor del saber por encima de cualquier otra cosa. De lo que hoy se ve muy poco. Estudioso incansable; bibliófilo eximio y también funcionario que logró altos puestos en el Ministerio de Justicia. Fue Consejero fundador allá por 1952 del Instituto de Estudios Giennenses, venerable institución fraguada desde la Diputación Provincial que tanto vela y promociona la cultura de nuestra tierra. A esta institución donó la biblioteca sobre poesía del siglo XIX más importante que hay España. Y es que la literatura española del XIX fue uno de los dos campos de investigación en los que destacó Toral, junto a la historia del último tramo del medievo (siglo XV) de Jaén.
Su figura sigue especialmente viva en Alcalá la Real, velada por la Asociación Enrique Toral y Pilar Soler (esposa de Toral), entidad que surgió a través de una estrecha relación de amistad con Francisco Toro Ceballos, técnico municipal de cultura en aquella población (que con su, mujer Mª Carmen Muñiz, la gestionan). A esta entidad Enrique y su hermana Margarita Toral legaron el archivo familiar, uno de los fondos privados más importantes para el conocimiento de la literatura de la segunda mitad del siglo XIX español.
Pertinaz estudioso, desarrolló una ingente producción de trabajos de historia y genealogía, sus temas favoritos. Jaén y Sevilla, cunas de sus ancestros, fueron fundamentales en su obra. De Andújar era su padre, José Toral y Sagristá, notario asimismo, poeta y reconocido novelista encuadrado en el realismo literario.
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Y de Sevilla su abuelo materno, Carlos Peñaranda, relevante escritor y poeta quien desempeñó altos cargos en Hacienda con destino en Puerto Rico, Filipinas y Madrid. Enrique Toral desarrolló una intensa labor para dar a conocer la figura de su padre con diversos artículos, conferencias y el libro De la vida del padre (José Toral y Sagristá), editado por la Diputación Provincial de Jaén en 1990, Aficiones literarias y estudios de Derecho, fueron marca de la familia.
Lorenzo Llauder y de Bonilla, tío de Enrique Toral, fue también funcionario de Hacienda y poeta, quien allá por los años 40 del pasado siglo lo introdujo en la 'Tertulia de los hijos de Jaén', que se reunía en el Café del Gato Negro de Madrid bajo la presidencia del catedrático de literatura de la Complutense, Ángel González Palencia, quien le abriría las puertas para publicar en los Anuarios de las Academias de la Historia y de la Lengua. Su encuentro con las tierras de Jaén llegó a través de sus parientes, Rafael Sagristá y José Antonio de Bonilla y Mir, prohombre de la cultura giennense que fue presidente de la Diputación Provincial, siendo presidente y fundador, junto a E. Toral, Sagristá y otros del Instituto de Estudios Giennenses en 1952. Esta relación abocó a Toral a un apasionado trabajo de investigación sobre la historia de Jaén y sus linajes, siendo muchas las obras publicadas en torno a la historia y a los personajes de Jaén, incluyendo Andújar.
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Subrayemos la Antología (poesía y prosa) de la escritora iliturgitana Gracián Quijano (Francisca Sáenz de Tejada) publicada por el Instituto de Estudios Giennenses en 1996 y Pedro de Escavias (notas para un estudio de su obra y vida en Andújar) editada por la misma institución en 1993. Enrique Toral, que en 2009 recibió el título de Hijo Adoptivo de Andújar fue un hombre generoso de auténtico espíritu liberal que como dice el Doctor en Historia del Arte y profesor emérito en la Universidad de Jaén, Pedro Galera, antepuso como ya lo hizo su familia el amor por la historia y la cultura a cualesquiera otras circunstancias, incluidas las políticas o ideológicas que pudieran obstaculizar sus altruistas miras de contribuir al conocimiento y educación de nuestra sociedad. Cuánto tenemos que aprender y aplicar de la grandeza humanista de personajes como Enrique Toral.
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