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Cadri del Greco 'La Oración en el Huerto' ANDUJAR IDEAL
Un Greco con suerte

Un Greco con suerte

OPINIÓN ·

«Andújar no ha tenido especial fortuna con el devenir de su patrimonio etnográfico, cultural, arqueológico, monumental y artístico»

ALFREDO YBARRA

ZAGUÁN

Lunes, 18 de septiembre 2023, 12:20

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Andújar no ha tenido especial fortuna con el devenir de su patrimonio etnográfico, cultural, arqueológico, monumental y artístico. La ciudad históricamente no lo ha entendido como parte primordial de su esencia, y sin conocer poco se puede comprender, y sin comprender poco se puede amar. Así, ha sido bastante fácil que poco a poco se olvidara ese gran legado, que se especulara con él, que se destruyera, que se expoliara, que no se defendiera, conservara y promocionara como debiera haber sido. Hablamos de un cuantioso y magnífico patrimonio que en su inmensa mayoría se ha perdido o tergiversado ante la impasividad del personal.

A pesar de todo eso, algo ha sobrevivido, algo nos queda, eso sí, con contados referentes de soberbio cariz. Es un tema que da para un prolijo estudio en el que considerar todos los factores que han propiciado este desapego, tanta malaventura. En muchas partes y épocas determinadas ha habido similares circunstancias y adversidades, pero en el caso de Andújar éstas han sido especialmente infaustas. Y lo que me preocupa es si la sociedad andujareña es consciente de ello, le preocupa, y si va a dar pasos de enmienda en sus actitudes al respecto.

Señalo lo anterior al hilo de la visita de unos amigos a Andújar con una parada obligada en ese señero templo que es Santa María la Mayor, y especialmente contemplar ese Impar blasón patrimonial de la ciudad que es el cuadro de la Oración en el Huerto, del Greco, un lienzo tocado por la suerte, que, a través de causalidades y casualidades, ha hecho que hoy sea orla y fulgor de Andújar. Pintado por El Greco entre 1597 y 1607 durante su último período toledano, su temática fue repetida varias veces por el autor, aunque este es el único lienzo realizado en formato vertical. Actualmente esta obra se encuentra en la capilla de San Ildefonso de Santa María, pero en tiempos anteriores formaba parte del primitivo retablo de su Capilla Mayor, no dándosele trascendencia durante tres siglos.

El Greco no fue investido como emblema de las artes hasta la primera retrospectiva que hizo el Museo del Prado, en 1902, la biografía publicada en 1908 de Manuel Bartolomé Cossío y la inauguración, en 1910, del Museo del Greco. Y aun así se señalaba como locura su actitud adelantada de su tiempo, renovadora. Es en 1914 cuando José Juliá Sanfeliú, Magistral de la S. I. Metropolitana de Zaragoza y posteriormente canónigo de la catedral de Baeza, en una de sus visitas a la ciudad, con motivo de la predicación de la novena de la Virgen del Carmen en Andújar, descubrió la autoría y la importancia de esta obra junto al abogado local Joaquín María Serrano, realizando ambos el primer estudio del lienzo. El episodio fue publicado por Serrano en la revista «Don Lope de Sosa». En 1915, visita la ciudad Enrique Romero de Torres que estaba realizando el Catálogo Histórico-Artístico de la provincia de Jaén, encontrando la obra bastante deteriorada costándole mucho realizar la primera reproducción fotográfica. El lienzo del cretense vivió el milagro de que en la primavera de 1936 fue enviado al Museo del Prado para su restauración por Jerónimo Seisdedos lo que hizo que se salvara, ya que el retablo de Santa María se quemó por completo durante la guerra y con él todas sus obras.

¿Pero cómo llegó el cuadro a Santa María? Antonio Sirviente de Cárdenas es un insigne iliturgitano. Regente de la Audiencia de Sevilla, oidor y presidente de la Chancillería de Granada, además de miembro del Tribunal de la Inquisición de Andújar; es una persona que goza de prestigio social, cultural y económico. Según José Dominguez Cubero en un exhaustivo trabajo sobre el cuadro que nos concierne, Sirviente deja en Andújar una significativa huella de su mecenazgo con, por ejemplo, importantes huellas de arquitectura manierista. Apostó por una floreciente urbe. El obispo de Jaén, Sancho Dávila, otorga en patronato la Capilla Mayor de Santa María a Sirviente de Cárdenas el 23 de octubre de 1605. Antonio Sirviente posee una nutrida colección de cuadros, y lega a su capilla cuarenta lienzos de los que ocho de ellos servirían para el retablo; entre ellos el del Greco y suponemos que en esa donación no faltaban obras de prestigiosos pintores. Tendrá el cuadro algún otro golpe de suerte. Pero de ello y de Sirviente de Cárdenas, seguiremos hablando.

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