«Si no existieran los anderos no habría Romería de la Virgen de la Cabeza»

Cuenta la leyenda, que en la madrugada del 11 al 12 de agosto de 1227, la misma Virgen de la Cabeza se le apareció al pastor de la localidad granadina de Colomera, Juan Alonso de Rivas, a quien le encomendó la tarea de levantar una ermita en el hoy día sacral cerro la Cabeza, enclavado en el parque natural Sierra de Andújar, en plenas faldas de Sierra Morena. Desde entonces, una multitud, venida de todos los lares, acuden imprecados de fe desbordante y acendrado amor mariano a venerarle para su romería del último domingo de abril. Pero a lo largo de todo el año la devoción se vivifica. No en vano, la próxima gran cita con 'La Morenita', se producirá en la ya cercana madrugada del 11 al 12 de agosto, para celebrar el 797 aniversario de la Fiesta de la Aparición, donde acudirán unas 70 cofradías de distintos lugares de España y miles y miles de devotos, que en plena calima agosteña le lanzarán sus plegarias a 'la reina de Sierra Morena'.

Los anderos poseen una importancia capital en la devoción. Son las que transportan con tesón, fe y pasión a la Virgen de la Cabeza por las faldas de Sierra Morena, y sirven de nexo de unión con esas personas que acuden ebrias de fe a lanzarle sus promesas a la Virgen.

Yde la experiencia debajo de esas andas de plata sabe mucho el presidente de la Asociación Mariana de Anderos Virgen de la Cabeza, Javier Moya. Viene de una generación de anderos, porque su abuelo, un antiguo viñero, era andero, como lo fueron su padre y su tío, el propio Javier y sus dos hijos, por lo que esta saga llega a la cuarta generación de anderos con la intención de perpetuar esta tradición tan noble. Javier sacó por primera vez a la Virgen en el año 1993 y lleva 30 años transportando a la Virgen con esa inusitado esfuerzo titánico y fervoroso que muestra unas estampas tan genuinas de la devoción. «Si no existieran los anderos, no habría romería», así de categórico se muestra Javier.

El presidente los anderos añade como acercan la gente a la Virgen de la Cabeza, un encuentro que deja escenas ya grabadas en lo más profundo de alma en Javier y sus compañeros, «pueden llevar la Virgen, y sobre todo se nos encoge el corazón cuando propiciamos esa cercanía de los niños y niñas y las personas discapacitadas en silla de ruedas con nuestra Virgen que desata una emoción incontenible de sus familiares», relata Moya.

Este reconocido andero iliturgitano señala que la fe es la que mueve a él y sus compañeros a transportar a la Virgen de la Cabeza, la patrona de Andújar, de la Diócesis de Jaén y de muchas localidades de Andalucía y de España. «Son 365 días esperando con ilusión e impaciencia con ese día soñado, tanto en la Romería como en la Aparición», cuenta Javier. La inmensa mayoría de anderos son de Andújar, su comarca, Torredonjimeno, Martos, Mengíbar, y de otras provincias de España. En su seno se ha creado una segunda familia entre ellos. «Nuestros hijos son ya amigos, en esas noches intensas de duermevela debajo de las andas, percibimos cuando un compañero nuestro está pasando por un mal momento a nivel personal», describe emocionado. Por tanto, los anderos de la Virgen de la Cabeza sellan unos lazos de sangre eternos.

YJavier, a nivel individual, en sus 30 años de andero, casi toda una vida porque nació en el año 1978, ha vivido momentos señalados como andero, tanto él, como su generación. Habla de las numerosas bajadas de la Virgen a Andújar de los centenarios de su patronazgo y coronación de la Virgen, y todo ello en la antesala del octavo centenario.