Unas estanterías ya centenarias que destilan solera entre los lectores

dújar. Hoy en día, en medio de la convulsión de tantas crisis financieras y sanitarias, mantener un negocio supone ya un reto titánico y que exige armarse de paciencia, no sin quebraderos de cabeza ni el desasosiego que produce la escasa rentabilidad.

Por ello, tiene un mérito añadido y una loa especial que la librería de Manuel Blanco Lara cumpla en este esperanzador 2021 los 100 años de existencia, y prácticamente en el mismo lugar, en la emblemática calle Doctor Montoro, enclavada en plena arteria comercial de la ciudad. «Ha sido imprenta, librería y papelería, con sus máquinas de entonces», relata Manuel, quien recoge el testigo de su abuelo y su padre con el inestimable apoyo de sus hermanos. «La familia hemos tirado del negocio junto con los empleados que llegamos a tener, porque como ahora no hay imprenta hace falta menos gente», detalla. La imprenta dejó de funcionar en el año 1993 y por aquel entonces se ubicaba en la calle Emperador Adriano. Todo empezó, cuando su abuelo, Manuel Blanco Luque, compró el local por 6.000 pesetas en la calle Doctor Montoro, antes denominada Comedias. En el mismo local de la calle Doctor Montoro se llegó a disponer de máquinas para la imprenta.

La seriedad, la buena situación de la librería (alabada por el conocido escritor, Juan Jose Millas, en la visita que giró a la ciudad en noviembre de 2016) y su clientela han supuesto la base de su larga existencia coronada por el mítico centenario de este año. «Sabemos que están cerrando librerías, pero nosotros estamos vendiendo bien, porque la gente que lee, compra muchos libros», cuenta Blanco, quien añade que en Navidad se suelen regalar muchos libros. Su librería también posee clientela de los pueblos de la comarca, por lo que ya son de sobra conocidos tras su extensa trayectoria. El propio Millas llegó a espetar en un programa radiofónico que esta librería respira a autenticidad y a viejo, como símbolos de su pervivencia tan extensa.

Los predilectos

La novela, y en concreto la histórica, suele ser la preferida por su clientela, «no suele interesar mucho la poesía y la política», ataja Manuel. Esta ya centenaria librería no ha sucumbido ante la compra de material ante las nuevas tecnologías. «Ahora nos vienen al día siguiente los libros que pedimos, cuando antes tardaban semanas en hacerlo, por eso plataformas como Amazon no nos hace tanto daño, porque ofrecemos el pedido al instante». El propio Manuel lleva trabajando en la librería desde hace ahora 28 años y ha sido testigo de las tendencias y las modas del momento, a los que ha sabido adaptarse. Por ejemplo vende hoy libros de gente que tiene mucha influencia entre los jóvenes a través del youtube. «Sobre todos los que tienen entre 14 y 16 años», precisa. El mundo de la papelería no ha cambiado mucho, pese a que salen productos nuevos. «Lo que pasa es que hoy se compra mucho por impulso, atrae lo bonito, lo llamativo y esto no sucedía antes», apunta. También se suelen vender los puzzles.