EL DÍA D

Este año, y tras el paréntesis del pasado, en plena pandemia del Covid, ha sido, precisamente lo relacionado con esta, los grandes protagonistas, o al menos los más emotivos de la gala, que por sus pocos años de celebración, aun le queda algo por pulir.

El que la pandemia y todo cuanto le rodea hayan sido el centro se hizo patente desde las palabras del concejal a las del alcalde, teniendo su punto álgido en todas aquellas que hacía referencia a la persona del joven funcionario José Luis Fernández Mena, que hasta el último instante trabajo porque en pleno confinamiento todo funcionara a nivel tecnológico y fue esa propia pandemia la que acabo con su corta vida, dejando una profunda huella entre el todo el personal funcionario, laboral y político del Ayuntamiento, así como en el mundo del deporte de la canasta y cuantos tuvieron la dicha de tratar con él. La bandera de la ciudad, entregada a su viuda hacia honor a un gran merecedor de la misma.

La otra bandera concedida lo fue al cronista de la ciudad Enrique Gómez, por su dedicación durante treinta años, a la noble tarea de difundir la ciudad de Andújar y su Historia. Algo tarde, pero nunca lo es cuando la dicha es buena, le llegó el nombramiento de Hijo Predilecto, a título póstumo, a Rafael Romero 'El Gallina0, que recogió su hijas. Funcionarios y personal laboral del Ayuntamiento, que se han jubilado desde el año 2019 a la actualidad recibieron su reconocimiento.Homenajeados también fueron, pero en forma de conglomerado, todo el personal, desde sanitarios a protección civil, fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, así como voluntarios, empresas y particulares, las Iglesias Católica y Evangélica que durante los duros meses de confinamiento se pusieron de alguna manera al servicio de la ciudadanía. En este apartado quizás se echó en falta alguna distinción especial, aunque es posible que no sea el momento más adecuado. El izado virtual de la bandera de la ciudad en la mítica Plaza de España fue un gesto de unidad para todas estas personasque se dedicaron en cuerpo y alma en la ayuda a todos aquellos cuantos en esos momentos más lo necesitaban y lo estaban, realmente, pasando mal.

Las palabras del alcalde se sumaron reiterativamente a esta consideración, mostrando, dijo, el orgullo por sus vecinos y la satisfacción por ser la primera autoridad de este pueblo, una ciudad que es capaz de superar todas las adversidades, que cierto es, ha sabido, en gran medida, dar un ejemplo de comportamiento en más de un año de pandemia, muy especialmente enlos dos momentos claves de Romería, la primera de balcones, la segunda con una imagen solitaria y despoblada del Cerro del Cabezo.