Francisco Carmona deposita su voto en la investidura del nuevo alcalde ante la mirada de los integrantes del gobierno. josé carlos gonzález

LA DOBLE «P»

OPINIÓN ·

«Una fuerte polémica estaba servida a raíz de conocerse y difundirse los papeles oficiales con ceses y nombramientos, concretamente la resolución presidencial publicada el lunes el Boletín Oficial de la Provincial donde figura el nombramiento del ex-alcalde, Paco Huertas, como asesor ha sido lo que ha levantado la polvareda»

ISABEL RECA

ALTOZANO

Martes, 29 de junio 2021, 13:29

La doble «P» no sólo es el acrónimo de Partido Popular, aunque en el caso al que me voy a referir le toque de soslayo. La doble «P» que la pasada semana hemos tenido como protagonista en la ciudad de Andújar ha sido la Política, con mayúscula, y lo Personal, también con mayúscula. Y cuando ambas se entremezclan, mal andamos. Digamos que todo ha comenzado con la oposición municipal que cuestiona como se ha producido el relevo y la designación del ex alcalde como asesor de la Diputación.

Publicidad

Una fuerte polémica estaba servida a raíz de conocerse y difundirse los papeles oficiales con ceses y nombramientos, concretamente la resolución presidencial publicada el lunes el Boletín Oficial de la Provincial donde figura el nombramiento del ex-alcalde, Paco Huertas, como asesor ha sido lo que ha levantado la polvareda. En las filas del PP, a través de su portavoz hablaron de inestabilidad, secretismo, falta de transparencia y de claridad y no entienden que un problema personal no le permita seguir en la alcaldía y si en la Diputación. Y aquí, mientras lo anterior era discurso político, es donde se empieza a hablar de lo personal, que la portavoz socialista considera que se han traspasado los límites y ha hablado de falta de sensibilidad ante una enfermedad y percibe odio y rencor, buscar daño y lanzar bulos para sacar rédito.

Muy nerviosa en su comparecencia en la sede del PSOE, Josefa Jurado acuso a la oposición de maldad, de no saber hacer política e ir a lo personal, siendo inhumanos, todo un acervo de descalificaciones más personales que políticas hasta llegar a afirmar que si no se es buena persona, no se puede ser buen político. Las espadas siguen en alto, pese a que hasta el momento, la oposición no ha contestado a tan duras acusaciones, ero es público y notorio de que tanto en el pleno, como en las comisiones llegan a las más duras acusaciones. Los socialistas defienden la figura de Paco Huertas como alcalde y como persona, aseverando que no ha mentido al pueblo de Andújar, cuando dijo que no podía ser alcalde «que una enfermedad puede limitar funciones y responsabilidades y no puedo entender que se pueda ser tan insensible con una persona que padezca una enfermedad».

Pero lo que sí que ha quedado claro es que tal vez el procedimiento seguido no haya sido el más correcto. La premura con la que se han sucedido los acontecimientos y la crueldad de las redes sociales han llevado a un clima de crispación que podía haberse evitado, simplemente con un espacio de tiempo. El personal de la calle, el vecino de a pie, entiende que una persona deje un cargo por motivos personales, enfermedad en este caso, pero no que veinticuatro horas más tarde esté capacitado para volver a trabajar. Ni que decir tiene, que del cargo de alcalde al de asesor, cero tensión, presión y calentamientos de cabeza. Se aprovecha la capacidad de la persona y su sabiduría, a la vez que una utilidad de esa capacitación y saberes en beneficio de ya sea la ciudadanía o proyecto concretos.

Reconocer que eso sea así y en tan corto espacio de tiempo no es fácil. El partido al que pertenece Huertas y sustenta el gobierno municipal está en su pleno derecho en defender su actuación antes, en el proceso y después del proceso y rechazar las acusaciones personales frente a lo político. La oposición, que había pedido explicaciones al nuevo alcalde, por tanto se supone que argumentos políticos, se ha encontrado con la respuesta de la formación política, no la gubernamental, con descalificaciones personales. Por lo que escribía al principio los de las dos «P», que la cuestión del cambio de alcalde en la ciudad de Andújar se ha convertido en una sucesión de acusaciones políticas y personales, no entre gobierno y oposición sino entre formaciones políticas, en las que se piensa no se trate de arañar votos, pues lejos me lo fiais a dos años vista. Nunca se debe mezclar la política con lo personal, máxime cuando de Salud se trata.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad