El cuidado a los vulnerables se readapta y refuerza con la pandemia

La atención a las personas más vulnerables y necesitadas como mayores, quienes padecen algún tipo de minusvalía y enfermedad, siempre está rodeada de connotaciones entrañables y emotivas que obligan a los cuidadores a mostrar toda su profesionalidad y cariño.

En Andújar, muchos son los profesionales y colectivos que se afanan por mejorar día a día la calidad de vida de estas personas que responden con una gratitud desmedida por todas las atenciones que se les dispensan. La pandemia modifica también los cuidados, pero a estas personas no se les desempara bajo ningún concepto, pese a la crisis.

El presidente de la Asociación de Enfermos de Alzheimer de la zona (Afa Andújar), Antonio Porras, señala que desde la puesta en marcha del estado de alarma se puso en funcionamiento a todos sus equipos (material, tecnológico y humano) y desde la fórmula del teletrabajo sus profesionales coordinan las tareas.

Los integrantes de cada equipo de fisioterapia, logopedia, preparan las fichas a las personas usuarias para enviárselas a las casas al no haber terapias en el centro por el confinamiento. «Trabajadoras sociales y psicólogos están en permanente contacto telefónico con las familias para ver cual es el estado de las personas que padecen la enfermedad alzheimer», explica el presidente de Afa Andújar, Antonio Porras. El colectivo trabaja en la terapia con un una cuarentena de personas.

Discapacitados

El Centro de Atención a Discapacitados Virgen de la Cabeza restringió todo tipo de visitas y salidas desde un primer momento. «Estamos utilizando el sistema de video-llamada donde nuestros residentes contactan con sus familiares», apunta el director, Luis Bueno.

Los responsables y trabajadores han elaborado unos talleres a nivel interno «está siendo un bálsamo para ellos, porque hemos tenido que suspender todas las actividades», detalla Bueno, quien agrega que están tomando todas las medidas preventivas. «Tenemos muchas instalaciones y amplias, que en caso de contagio, podríamos perfectamente aplicar el aislamiento». La residencia está en permanente contacto con las enfermeras del centro de salud del Polígono Puerta de Madrid. «De momento todo va bien», asegura.

La directora de la residencia Orpea, Matilde Rodríguez, constata que se empezaron a restringir las visitas antes incluso de decretarse el estado de alarma «como vimos que el virus se estaba expandiendo, confinamos a todo los residentes a su habitación. Aparecieron sospechas e indicios del virus, pero todas ellas han dado como resultado negativo. La residencia está en permanente contacto con el Ayuntamiento y el centro de salud. La situación también está muy controlada en el resto de las residencias.

Las necesidades más básicas son atendidas

La concejala de Igualdad y Bienestar Social, Josefa Jurado, ha manifestado las personas vulnerables «han sido nuestro objetivo desde un primer momento». Su departamento ha habilitado un número de teléfono para que la asistencia no tenga que ser presencial «las ayudas se están tramitando por urgencia», precisa. La edil ha detallado que se han establecido unos servicios mínimos en la ayuda a domicilio. «Garantizando los servicios imprescindibles», matiza. La concejalía sigue asistiendo a las personas que tienen pocos recursos «los suministros están garantizados, por lo que no se va cortar el agua y la luz, aunque lleguen las comunicaciones».

Su área se están centrando en atender las necesidades básicas como el suministro de alimentos y medicamentos. «Que llegarán a las familias que no tengan medios para adquirirlos». Responsables de instituciones humanitarias han señalado que cada vez están atendiendo a más personas que se están quedando sin ingresos al perder sus empleos por el parón de la actividad económica.