El cese de la actividad colapsa a las gestorías y asesorías

La irrupción del coronavirus cortó de raíz gran parte de la economía andujareña, que basa casi dos terceras partes de su actividad en los servicios y en la restauración y ha dotado de un e intenso trabajo a los gestores, que son los que llevan las cuentas de los emprendedores de la ciudad.

Manuel Tejero, responsable de una gestoría en la Corredera de Capuchinos, constata que los ceses de actividad de empresas y los ERTES «nos han dado una gran cantidad de tarea, que ahora coincide con la campaña de la renta». Sus gestoría ha manejado una treintena de ERTES en Andújar «sobre todo negocios de hostelería y comercios» precisa. La mayoría de los hosteleros no han regresado aún a la actividad. «Hemos tenido unas semanas muy complicadas», reconoce Tejero, mientras trata de ordenar el abundante material que se le ha acumulado.

Regresa la venta de coches

Carmen trabaja en una asesoría que se dedica a los seguros de los automóviles en la calle 22 de Julio. Su negocio cerró durante el periodo de confinamiento, hasta que el pasado lunes comenzó el proceso de desescalada. «Desde que abrimos no hemos parado porque se quedaron tratos a medio antes de que se decretara el Estado de Alarma». Carmen calcula que tienen el mismo trabajo que antes. «Pensábamos que la cosa iba a estar más tranquila», admite. La gente se está animando a ahora a comprar coches, porque se les permite moverse fuera de la provincia.

Manuel Fernández Segura afirma que el peso de la carga burocrática ha recaído sobre las asesorías y gestorías. «Poner la actividad en marcha otra vez cuesta mucho, sobre todo por las normativas nuevas que están sacando para que los trabajadores de adapten de nuevo a las actividades», constata.

Su asesoría fiscal y jurídica ha tramitado unos cuarenta ERTES «sobre todo de temas de restauración y hostelería», detalla. Algunas empresas ya han cobrado las ayudas y otras no. «Se ve que el SEPE está colapsado y no da abasto a tanta solicitud», cierra Fernández.